La luz volverá a subir: el precio del gas se dispara por el rechazo del tope en la UE y la llegada del frío
El precio de la luz para los clientes de tarifa regulada volverá a subir este viernes un 6,6% con respecto al jueves, hasta los 162,18 euros/MWh.
25 noviembre, 2022 02:33La llegada tardía del frío y un octubre ventoso han permitido controlar el consumo de gas en España (y en la UE) y han bajado los precios de la energía. Sin embargo, la llegada de las primeras nieves ha demostrado que esta reducción era un espejismo.
El MIBGAS (mercado ibérico del gas) ha experimentado una subida para este viernes hasta los 90 euros/MWh, triplicándose respecto al mismo día del mes anterior, que cotizó a 31,60 euros/MWh.
En el caso del índice de referencia europeo, el TTF holandés, después de dos meses y medio de tendencia bajista continua, también se ha dado la vuelta. Temperaturas más frías (aunque no extraordinariamente bajas), junto a la desconexión del suministro del gas noruego Asgard B debido a un incendio y a la planta de gas de Freeport (EEUU) que lucha por regresar (se espera para diciembre o enero), los precios han llegado hasta un máximo semanal de 128 euros/MWh, según la consultora especializada en energía Antuko.
La producción de electricidad con gas en España disminuyó considerablemente, en particular el martes, miércoles y el fin de semana, debido a la gran cantidad de generación eólica. También empuja a que el MIBGAS siga manteniéndose muy por debajo de los precios que se cotizan en Europa, con un diferencial de 40-50 euros.
Pero la caída de los precios de la luz de estos días de atrás, convirtiéndose en los más bajos desde hace año y medio, ha tocado a su fin. El precio de la luz para los clientes de tarifa regulada volverá a subir este viernes un 6,6% con respecto al jueves, hasta los 162,18 euros/MWh. El jueves ya había subido un 75%, hasta los 152,14 euros.
Llenado de los almacenes
La demanda de gas natural durante la primera quincena de noviembre ha superado el objetivo esperado de reducción del consumo (15%) en toda Europa. Ha caído un 26% por debajo de la media de los últimos cinco años (especialmente en octubre, que cayó un 24%). Sin embargo, con la llegada del frío, comienza la temporada de las calefacciones y eso cambiará la tendencia.
Para el consejero delegado de Enagás, Arturo Gonzalo Aizpiri, y para su homólogo de Iberdrola España, Mario Ruiz-Tagle, se está produciendo un "cambio de escenario" positivo en el marco de la crisis energética actual en Europa. Es lo que han asegurado en el 'Foro tendencias 2023' organizado por el diario 'El País'.
Y todo porque los principales almacenamientos de gas en Europa están rozando el 100%. Es el caso de España (96%), Francia (99%), Alemania (100%), Países Bajos (91%), Italia (94%), Austria (96%) o República Checa (97%), según datos de Bruegel.
Además, la Comisión Europea no parece muy confiada en que en 2023 haya mejorado la situación. Y por eso ha fijado las trayectorias de llenado con un reglamento que establece la obligación de que los Estados miembros llenen sus instalaciones de almacenamiento de gas al 90% antes del 1 de noviembre de 2023 para asegurar el suministro y estar bien preparados para el invierno del año que viene.
La comisaria europea de Energía, Kadri Simson, ha señalado que es fundamental que la UE empiece ya a prepararse para el invierno del año que viene.
"Tenemos que minimizar el impacto de las manipulaciones rusas y los posibles aumentos de la demanda debidos a las condiciones meteorológicas o del mercado mundial y establecer ahora una trayectoria para 2023 proporciona a los operadores del mercado una certeza muy necesaria y ayuda a la UE a pasar el invierno del año que viene con seguridad", ha explicado.
Incertidumbre sobre el tope
No hay manera de que se pongan de acuerdo los 27 países de la Unión Europea sobre el tope del precio del gas. Aunque Bruselas ha dado a conocer su propuesta para un tope en el precio del gas natural, 275 euros/MWh, incluso si se implementara, esta medida no tendría consecuencias significativas, asegura Norbert Rücker, jefe de Economía e Investigación de Próxima Generación de Julius Baer. "Las condiciones son muy flexibles y ni siquiera se habrían cumplido en el pico de la subida de precios en agosto", asegura.
En su análisis señala que la propuesta deja un regusto agridulce, ya que revela la artesanía de Bruselas en lugar de la elaboración de políticas arriesgadas. "Nuestras opiniones no han cambiado. Los riesgos del suministro de energía son mínimos y los precios deberían seguir bajando en el futuro".
"Gracias a los amplios suministros de energía en Asia, Europa debería ver suficientes importaciones de gas natural en el extranjero para compensar las restricciones de Rusia".
Aun así, Julius Baer advierte de que es probable que los temblores resuenen por más tiempo, pese a que la crisis energética de Europa está perdiendo el miedo.
Incluso, la propuesta de tope de precios en general no es una solución a los desafíos de la crisis, sino que empeorarían la situación. En primer lugar, los topes de precios silencian las señales necesarias de escasez de precios y, por lo tanto, ralentizan los mecanismos de autocuración del mercado.
En segundo lugar, esta propuesta limitaría los precios en los mercados de futuros TTF (Title Transfer Facility) y no en los diversos mercados al contado regionales. Los mercados de futuros sirven principalmente para fines de cobertura. La propuesta complicaría este mecanismo de seguro, que es un coste económico y, por lo tanto, un resultado negativo.
Puede haber contratos entre empresas que fijan precios de gas natural vinculados a futuros TTF de mes anterior. Sin embargo, una mirada a los mercados de electricidad durante las últimas semanas revela que la electricidad siguió en gran medida las señales de precios del gas natural al contado y no a futuros. Por lo tanto, la propuesta no controlaría estas dinámicas de mercado, a veces feroces, y el efecto de amplificación inherente a la interconexión del mercado del gas natural con el de la electricidad.
El banco suizo propone que Europa destine sus esfuerzos en otras medidas que no sean el tope del precio. En primer lugar, se podrían "reducir los trámites burocráticos y aumentar las campañas de información energética ayudando a aumentar la oferta y frenar la demanda".
Más alternativas
En su opinión, la prolongación de la energía nuclear de Alemania es una medida de este tipo. La suspensión temporal de Holanda de la reducción gradual del campo de Groeningen podría haber sido otra medida.
En segundo lugar, si fuera necesario, España mostró la única forma razonada de cómo interferir en los mecanismos del mercado con su subvención al gas natural.
En tercer lugar, controlar las consecuencias económicas se logra de manera más eficiente y eficaz mediante la reducción temporal de los gravámenes, los pagos incondicionales a los hogares o las líneas de crédito garantizadas por el gobierno que se ofrecen a las empresas a través de los bancos.