Las gasolineras independientes dispararon la importación de diésel ruso a España hasta el veto de la UE
En el último año, el diésel ruso ha cobrado mayor peso en la cesta de las importaciones de productos petrolíferos a España.
14 marzo, 2023 02:21La importación de diésel ruso a España se disparó en 2022. De hecho, es la cifra más abultada desde hace once años, con un total de 851.000 toneladas de gasóleo ruso, según el último boletín de CORES, el inventario oficial del Ministerio para la Transición Ecológica.
Sin embargo, la compra de productos petrolíferos rusos entre los operadores españoles no ha sido igual. Tanto Cepsa como Repsol, que poseen algo más del 40% del total de las gasolineras que hay en el país, anunciaron que dejaban de importar diésel ruso desde que Vladimir Putin invadió Ucrania, en febrero de 2022.
Una decisión que deja poco margen a la imaginación para saber quiénes son los que han disparado las importaciones de combustible procedente de Rusia.
No solo ha ocurrido en España, también se ha alcanzado un récord de compras en toda la Unión Europea.
"Los compradores europeos se han hinchado a comprar diésel ruso hasta llenar los almacenes, sabiendo que se iba a prohibir el 5 de febrero de 2023. Así que habrá diésel ruso hasta que se agote", explicaba hace unos días a EL ESPAÑOL-Invertia Nacho Rabadán, director general en CEEES (Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio).
Según el análisis de la firma de datos de mercado Refinitiv, las importaciones de diésel a la región europea se dispararon a un récord de 8,2 millones de toneladas en diciembre pasado. Alemania fue el mayor importador de diésel ruso de la UE, con 604.000 toneladas en diciembre, la mayor cantidad desde mayo de 2020.
Rusia ha sido hasta ahora el mayor proveedor de diésel y combustibles en Europa, con más de tres cuartos de millón de barriles por día.
Guerra comercial
La invasión rusa en Ucrania ha intensificado la guerra comercial entre las grandes operadoras integradas y las independientes (incluidas las automáticas) en España. Los mercados energéticos internacionales estallaron con el comienzo del conflicto bélico por la alerta ante una posible falta de suministro, y las decisiones políticas hicieron el resto.
Entonces, el Gobierno obligó a las grandes compañías a aplicar descuentos en los carburantes, una de las medidas estrella del Gobierno en el Plan de Respuesta a las Consecuencias Económicas de la Guerra.
De los 20 céntimos de rebaja, 15 céntimos los pagaba el Estado, y las grandes tenían que descontar al menos los otros cinco. Sin embargo, se adelantaron y anunciaron mayores rebajas, que el Gobierno aplaudió con un "agradecemos su patriotismo".
Incluso, a su vez, aplicaron otro descuento adicional. Y cuando finalizó la obligación, este diciembre pasado, Repsol, Cepsa, Galp, BP y DISA (comercializadora de Shell) anunciaron que continuarían con sus propias ofertas en las gasolineras que gestionan hasta este 31 de marzo.
"Están haciendo un esfuerzo económico muy grande, pero les ha salido redondo, al hacerse con la mayor cuota de mercado de los últimos años", explican a EL ESPAÑOL-Invertia fuentes del sector de las estaciones de servicio.
"Es una inversión a largo plazo, porque aunque pierdan dinero en el segmento de Marketing (distribución y comercialización), lo están ganando por volumen de ventas. Gracias a sus aplicaciones de fidelización para hacerse con el descuento, están perjudicando a las pequeñas y a las 'desatendidas'", añaden.
Y son, estas últimas las que están comprando diésel ruso en el mercado internacional, mucho más barato por el contexto geopolítico. "En todo el año 2022 no había ninguna sanción ni ninguna prohibición aprobada por Bruselas, entonces si está más barato, ¿quién impide que lo compren?", puntualizan.
Prácticas competitivas
Tantos unos como otros se apuntan con el dedo. En diciembre pasado, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) anunciaba que había abierto una investigación a diversos operadores activos en el sector energético español por posibles prácticas anticompetitivas. Su actuación era a consecuencia de las denuncias presentadas por pequeños operadores por posibles pactos de las grandes petroleras.
Y mientras tanto, los pequeños operadores compraban diésel al mejor postor, en este caso Rusia. En definitiva, pese a la guerra, a Rusia no le ha ido tan mal en 2022. Los ingresos presupuestarios para Putin procedentes del sector del petróleo y el gas aumentaron un 28% en 2022, después de que sus exportaciones de crudo creciesen un 7% el año pasado. Esto supuso unos ingresos presupuestarios de unos 33.490 millones de euros.
Este año será clave para las arcas rusas. Las sanciones de Europa cada vez son mayores y de hecho, según los datos de CORES, este enero pasado, antes del veto de la Unión Europa, ningún operador español compró ni una gota de diésel ruso.