Europa se pasa de frenada: del pánico a la falta de gas a tener comprado más del que puede almacenar
En España, la única infraestructura nueva que se ha incorporado al mercado gasista es El Musel y solo opera de manera "parcial".
22 marzo, 2023 02:20Europa entró en pánico en 2022 con la invasión rusa de Ucrania. La amenaza de Putin de cerrar el grifo de sus gasoductos -que se ha cumplido- empujó a los países de Centroeuropa, sobre todo Alemania, a invertir ingentes cantidades de dinero en nuevas infraestructuras de importación de gas.
El problema es que corren el riesgo de que no se necesiten en los próximos años y que se conviertan en activos varados. Es la principal conclusión del informe del Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero (IEEFA).
España, sin embargo, no sufriría este despilfarro. No solo es el mayor importador de gas natural licuado (GNL) de la Unión Europea, con una capacidad de 3,31 millones de metros cúbicos, sino que la única infraestructura que ha puesto en operación ha sido El Musel (Gijón) y ya estaba construida.
"El Musel ha estado hibernando casi una década, pero recibía una retribución compensatoria", explican fuentes del sector gasista a EL ESPAÑOL-Invertia. "Ahora, con su reapertura parcial, porque solo va a ser una infraestructura de almacenamiento, no va a regasificar el GNL que reciba, incluso será inferior".
Aún así, las fuentes confirman que deberá conectarse a la red gasista nacional. "En los almacenes se genera boil-off, el vapor de GNL que se evapora y que hace que aumente la presión dentro del tanque".
"Son pequeñas pérdidas de gas que si no se liberan a la red pueden explotar el tanque, por eso se hace así".
Ahora toca pensar si abrir El Musel es también un exceso. Según IEEFA, los países con infraestructura de GNL preexistente están en camino de tener el mayor exceso de capacidad. Por ejemplo, se prevé que España tenga un desajuste de 50 bcm. En Turquía, esa cifra es de 44 bcm; en Reino Unido, es de 40 bcm; en Francia, 14 bcm, y en Italia, de 10 bcm.
Peajes por almacenar
En cualquier caso, "en España, todas las infraestructuras gasistas se retribuyen mediante los peajes que aparecen en las facturas de gas de todos los consumidores. Son ingresos del sistema que crean una bolsa para pagar la remuneración de las inversiones y, por eso, El Musel ya las recibía aunque estuviera cerrado".
Los nuevos proyectos de almacenamiento en Europa, sin embargo, están "financiados al menos hasta el 50% por fondos europeos, porque eran necesarios ante el escenario de pánico que se ha vivido con la crisis energética de estos años de atrás", añaden las fuentes.
Según el informe de IIEFA, en un apuro por encontrar fuentes alternativas de gas después de que Gazprom comenzara a limitar las importaciones de gasoductos vitales de Europa, muchos países europeos, y Alemania en particular, aceleraron los planes para una nueva infraestructura de gas natural licuado (GNL). El objetivo era sustituir ese gas con suministros por mar desde Estados Unidos, Qatar y otros países productores.
El problema es que se podrían haber sobrepasado enormemente las necesidades reales, con una capacidad de importación planificada actual que supera con creces la probable demanda de GNL para 2030.
Si se llevan a cabo los planes de infraestructura actuales, la capacidad de las terminales de GNL en toda Europa, incluidos Reino Unido, Noruega y Turquía, que están estrechamente conectados con el mercado de gas de la UE, podría superar los 400.000 millones de metros cúbicos (bcm), según el análisis.
"Es una conclusión un poco tremendista", continúan las fuentes gasistas consultadas, "hay que entender estas decisiones, como la que tomas cuando quieres asegurar tu casa o tu coche, dependerán de cuánto dinero quiera comprometer cada país para asegurarse la seguridad de su suministro energético".
Posible escenario 2030
El informe prevé que la demanda de gas en toda la UE caiga porque las renovables representen una parte cada vez mayor del mix energético de Europa. Si es así, la demanda real de GNL en 2030 podría bajar incluso a 150 bcm.
Eso dejaría una brecha de 250 bcm de capacidad de importación de GNL no utilizada, equivalente a más de la mitad de la demanda total de gas de Europa, que se situó en 413 bcm en 2021.
Tal situación podría hacer que las terminales en toda Europa permanezcan inactivas y se conviertan en "activos varados", según Ana Maria Jaller-Makarewicz, analista de energía de IEEFA y autora del análisis. "Es la póliza de seguro más costosa e innecesaria del mundo", dijo.
Alemania, que tenía una capacidad de importación de GNL nula antes de 2022, se encuentra entre los países que más ha invertido en nueva infraestructura. Además, planea un gasto de al menos 9.800 millones de euros en los próximos 15 años. Según el análisis de IEEFA, el país podría tener un exceso de capacidad de 9 bcm para 2030.
Las importaciones de GNL en Europa aumentaron un 60% en 2022 en comparación con 2021, incluido un aumento de más del doble en las importaciones de EEUU, un aumento del 23% en las importaciones de Qatar y un aumento del 12% en las importaciones de GNL de Rusia.