Fatih Birol, director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE)

Fatih Birol, director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) AIE

Observatorio de la Energía

La AIE advierte que el camino para limitar el calentamiento global se estrecha, pero con las energías limpias se evitaría

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) actualiza su informe ‘Net Zero Emissions by 2050’ en el que advierte del aumento de las emisiones de CO2.

26 septiembre, 2023 13:27

"Cada país puede hacer el esfuerzo de alcanzar las emisiones cero netas, porque el cambio climático nos afecta a todos", ha dicho Fatih Birol, director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) durante la presentación de la actualización del informe ‘Net Zero Emissions by 2050’, que vio la luz en 2021.

"El camino para limitar el cambio climático se estrecha, pero si crecen las energías limpias se puede evitar", lo que significa aumentar hasta los 11.000 GW renovables para 2030 en todo el mundo.

En los últimos años, el sector energético fue responsable de alrededor de las tres cuartas partes de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI). Lograr cero emisiones netas de CO2 relacionadas con la energía y los procesos industriales para 2050 en el Escenario NZE no depende de la acción en áreas distintas al sector energético, pero limitar el cambio climático sí requiere tal acción.

[La AIE afirma que la inversión en energía solar será superior a la inversión en petróleo por primera vez este año]

Además, la AIE estima que la demanda de combustibles fósiles debe caer en un 25% en el horizonte de 2030 para limitar el calentamiento global.

En la última actualización de su Hoja de Ruta Net Zero, el organismo señala que, en el escenario actualizado de cero emisiones netas, un enorme aumento de la capacidad de energía limpia impulsado por las políticas haría que la demanda de combustibles fósiles fuera inferior en ese porcentaje al final de la década.

Esto reducirá las emisiones en un 35% en comparación con el máximo histórico registrado en 2022. Asimismo, para 2050, la demanda de combustibles fósiles caerá en un 80%.

Como resultado, vaticina que de seguir esa hoja de ruta de descarbonización no se necesitarían nuevos proyectos de petróleo y gas de largo plazo. Tampoco lo serían nuevas minas de carbón.

No obstante, para alcanzar estas metas se requiere una inversión continua en algunos activos de petróleo y gas existentes y en proyectos ya aprobados.

"Es vital secuenciar el aumento de la inversión en energía limpia y la disminución de la inversión en suministro de combustibles fósiles si se quieren evitar aumentos dañinos de precios o excesos de oferta", advierte el organismo.

La AIE asegura que el crecimiento récord de la tecnología de energía limpia, incluidos paneles solares y vehículos eléctricos, significa que todavía es posible limitar el calentamiento global a 1,5ºC.

Birol afirma que para mantener vivo el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5ºC "es necesario que el mundo se una rápidamente".

"La buena noticia es que sabemos lo que debemos hacer y cómo hacerlo. Nuestra hoja de ruta Net Zero 2023, basada en los datos y análisis más recientes, muestra un camino a seguir", añade al respecto. Pero ha subrayado, eso sí, que "una cooperación internacional sólida es crucial para el éxito".

Triplicar inversiones

De todas maneras, el organismo señala que para alcanzar este objetivo, el mundo necesitará invertir casi 4,5 billones de dólares (unos 4,24 billones de euros) por año en la transición hacia una energía más limpia desde el comienzo de la próxima década. Justo una cifra que se compara frente a un gasto de 1,8 billones de dólares (unos 1,68 billones de euros) previsto para 2023.

En este sentido, subraya que se requiere un esfuerzo aún mayor hacia esa transición energética, ya que para 2030 habrá que triplicar la capacidad renovable global, duplicar la infraestructura energéticamente eficiente, aumentar las ventas de bombas de calor y aumentar aún más el uso de vehículos eléctricos.

Asimismo, el organismo apostó por una reducción del 75% en las emisiones de metano del sector energético para 2030, lo que costaría aproximadamente 75.000 millones de dólares (unos 70.700 millones de euros), solo el 2% de los ingresos netos recibidos por la industria del petróleo y el gas en 2022.