Acciona, Endesa, Engasa y EDP se disputan la hidroeléctrica asturiana de La Riera
Pujan por una concesión para explotar la instalación durante los próximos veinte años.
2 julio, 2024 02:16Acciona, Endesa, EDP Engasa y EDP se disputan la central hidroeléctrica de La Riera en Asturias. Las compañías quieren hacerse con la explotación de la instalación, que estuvo operativa durante 60 años bajo la gestión de Hidrocantábrico y posteriormente EDP.
La planta también ha despertado el interés de Cobra, Tragsa, la compañía checa Energo-Pro, Reel Power International (RPI), Gnera y Electra Norte, que han presentado sus ofertas al Gobierno.
En 2020, expiró la concesión que EDP –que había adquirido la antigua Hidroeléctrica del Cantábrico– tenía para utilizar las aguas del río Somiedo y del arroyo Las Morteras. Como resultado, la central de La Riera fue revertida de forma gratuita a la Administración General del Estado.
Tres años después, el Gobierno ha sacado a concurso público la nueva concesión para la explotación durante los próximos 20 años del aprovechamiento hidroeléctrico de La Riera.
Se encuentra en la margen derecha del río Somiedo, en el municipio de Somiedo (Asturias), dentro del Parque Natural de Somiedo. Este sistema consta de dos presas de derivación, clasificadas como grandes presas debido a su tamaño y como tipo "C" por los riesgos potenciales asociados a una posible rotura o funcionamiento incorrecto.
Una presa se sitúa en el río Somiedo y la otra en el río Saliencia, justo antes de la confluencia de ambos ríos. Además, cuenta con un azud de toma en el arroyo Las Morteras, un canal, una cámara de carga y un edificio que alberga la central de producción eléctrica.
El proceso de derivación de agua comienza en la presa del río Somiedo, desde donde se conduce mediante una tubería subterránea hasta la presa del río Saliencia. Desde esta presa, el agua se dirige a la toma del canal de la central, situada dentro de la propia presa.
El canal transporta el agua a la cámara de carga, donde se mezcla con el agua derivada del arroyo Las Morteras.
El sistema cuenta con un salto bruto de aproximadamente 125 metros y una potencia útil de 7.824 kW. En los últimos años, la producción media anual de esta instalación ha sido de 32.000 MWh.
¿Cómo funciona un central hidroeléctrica?
Una central hidroeléctrica es como una batería gigante que almacena y genera energía mediante el uso de agua. Aprovecha la energía potencial del agua acumulada en embalses situados a gran altura.
El agua se captura desde un río mediante una presa que forma un embalse. Este sistema almacena el agua y controla su flujo hacia la central.
Durante los periodos de alta demanda, el agua se libera y fluye hacia abajo, pasando por turbinas que generan electricidad al convertir la energía cinética en energía eléctrica, la cual es luego suministrada a la red.
La cantidad de agua que fluye hacia las turbinas se regula mediante compuertas controladas, lo que permite ajustar la producción de energía según la demanda.
La licitación de la central hidroeléctrica asturiana llega en un momento de gran necesidad de almacenamiento de energía en España. Y es que la creciente capacidad renovable que se instala a nivel nacional, concentra la producción en franjas horarias concretas, en las que el recurso solar y los vientos lo permiten.
En 1940, el 92% de la demanda eléctrica en España se cubría con energía hidroeléctrica. A finales de la década de 1970, el país tenía uno de los mayores parques hidroeléctricos de Europa, con una potencia instalada de 14.000 MW, que representaba el 50% del total.
Sin embargo, la continua disminución del precio de la energía eléctrica, impulsada por avances tecnológicos en la producción y distribución (centrales térmicas, nucleares, de ciclo combinado de gas, etc.) y el bajo costo de los combustibles para las centrales térmicas, llevó al abandono de muchas pequeñas centrales hidroeléctricas.
La crisis del petróleo de 1973 aumentó significativamente el precio del combustible, cambiando esta dinámica y motivando la promulgación de la Ley 82/1980 sobre la “Conservación de la Energía” en España. Esta ley buscaba aprovechar la energía autóctona y renovable del país.
En los más de treinta años siguientes, se pusieron en marcha o renovaron numerosas centrales hidroeléctricas de tamaño pequeño. Actualmente hay más de 17.000 MW instalados en España.