No sólo el sector energético está en transformación en España. Otros sectores conocidos como difusos, transporte, industria, edificios, agricultura y residuos, se colocan en el foco del documento definitivo del Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC) 2030 que acaba de aprobar el Gobierno en el Consejo de Ministros.

La descarbonización prevista se aborda desde la óptica de reducción de las emisiones de estos sectores que deben contribuir a un objetivo con una mitigación en 2030 de hasta el 45% con respecto a los niveles del año 2005, mientras que los sectores sujetos al comercio de derechos de emisión (ETS) lo hacen con una disminución del 70% con respecto a 2005.

Para ello, se prevé que mejoren en eficiencia energética, incrementen la flexibilidad de la demanda y la competitividad industrial e impulsen la cadena de valor o el desarrollo a los nuevos modelos de negocio.

El documento confirma lo que ya se presentó hace año y medio. Las principales reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero se producen en los sectores de generación de energía eléctrica y de movilidad y transporte. Pero en el sector industrial y el residencial, comercial e institucional también se espera una aportación importante al cumplimiento del objetivo de reducción de emisiones.

Transporte e Industria

Según el PNIEC definitivo, debe reducir en un 35% sus emisiones respecto a 2019. Se mantiene el objetivo de impulsar un cambio modal y apostar por el transporte público y el ferrocarril.

También se prevé mantener las Zonas de Bajas Emisiones en las grandes ciudades, como señalan las directivas europeas. Y aunque inicialmente se había fijado en cinco millones los coches eléctricos que tenían que circular por las carreteras del país, se ha mantenido el objetivo de 2023 en 5,5 millones de vehículos eléctricos.

El plan también propone objetivos en biocarburantes sostenibles o avanzados. Según la Resolución de la Declaración Estratégica Ambiental, el porcentaje de energías renovables empleadas en el sector para 2030 deberá ser el 28% y el porcentaje combinado de RFNBO (Renewable fuels of non-biological origin), bios avanzados y biogás aumenta del 2,1% del primer PNIEC hasta el 17,26% hasta el actual.

En definitiva, el objetivo de reducción intensidad de emisiones de GEI en el transporte era de 16,4%.

En el caso de la industria, tendrá que reducir hasta un 40% sus emisiones respecto a las de 2019. Para ello, deberá reducir en emisiones de combustión, y en concreto, las emisiones de proceso, que se reducen un 9% desde 2010. 

También se deberá reducir el consumo de los combustibles fósiles y sustituirlo por los gases renovables, hidrógeno verde y con electrificación, además de aplicar medidas de eficiencia energética.

Edificios

El sector de la edificación consume cerca del 40% de la energía final de la Unión Europea, representando el 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero de origen energético.

En España, el sector representó el 31,6% del consumo de energía final y un 9,3% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en 2020.

Las nuevas medidas pretenden plantear un enfoque integral para la descarbonización del parque de edificios residencial, comercial e institucional a través del análisis del ciclo de vida (ACV) de los edificios. A tal efecto se distinguen dos tipos de emisiones en los edificios: el carbono operativo y el carbono embebido.

En esta área se incluyen el sector residencial, comercial e institucional con una reducción del 45% respecto a 2019, la rehabilitación de 1.377.000 viviendas, medidas de eficiencia energética, electrificación y autoconsumo y renovación del parque de edificios públicos.

Agricultura y Residuos

En la agricultura también hay que mover ficha. Se debe reducir un 16% las emisiones respecto a las de 2019. 

Para ello, se prevé dar más flexibilidad en el marco de la PAC (Política Agrícola Común) 2027-2030, fomentar las rotaciones de cultivos, con más planes de fertilización y la gestión adecuada de los purines.

Y por último, la gestión de los residuos, que deberá reducir sus emisiones un 26,6% respecto a 2019. Los objetivos del PNIEC incluyen la recogida separada, el compostaje y la biometanización de residuos, la reducción del desperdicio alimenticio y la gestión del biogás fugado en vertederos sellados. 

Para todos estos cambios, el Gobierno ha abierto varias líneas de financiación del PERTE de Economía Circular.