Moeve (Cepsa) contará con cargadores de coches eléctricos en casi un tercio de sus gasolineras para 2025
- La compañía transformará su red de estaciones para tener siete veces más puntos de recarga ultrarrápidos en 2030.
- Más información: Cepsa dice adiós a su marca y se convierte en MOEVE para ser el referente de la energía y la movilidad sostenibles
El renacer sostenible de Cepsa como Moeve vendrá acompañado de un aumento exponencial de su apuesta por la movilidad eléctrica. La compañía española prevé que casi un tercio de su actual red de gasolineras disponga en 2025 de cargadores eléctricos ultrarrápidos, es decir, de más de 150 kWh de potencia.
Su objetivo es llevar los surtidores de electricidad a un total de 533 estaciones de servicio, de la actual red de 1.800 que tiene España y Portugal, según confirman fuentes de la compañía a EL ESPAÑOL-Invertia. De cara a 2030, Moeve prevé multiplicar por siete el número de cargadores ultrarrápidos instalados en sus gasolineras, alcanzando los 1.035 puntos.
La red de estaciones de servicio de Moeve —que actualmente sólo tiene 160 cargadores de alta potencia operativos— espera terminar el año 2024 con cerca de 400 construidos, para alcanzar más de un millar de dispositivos al final de la década.
El despliegue eléctrico de Cepsa se desarrollará en paralelo a su cambio de marca. Y es que, desde este mes de noviembre, la compañía empezará a rediseñar unas 600 estaciones de servicio al año, hasta llegar a las más de 1.800. Sólo este rebranding supondrá una inversión de 130 millones de euros.
Su plan de transformación eléctrica supone instalar, al menos, un cargador de 150 kWh por cada 200 kilómetros en las principales carreteras. Estas capacidades permiten a sus clientes reponer hasta el 80% de la batería en unos 20 minutos.
De Cepsa a Moeve
Cepsa lanzó la semana pasada su cambio de marca para reflejar el avance de su transformación, fruto de su estrategia Positive Motion a 2030. Este cambio responde a su objetivo de acelerar su descarbonización y la de sus clientes, mediante una inversión de hasta 8.000 millones de euros, de los que más del 60% se destinará a negocios sostenibles. Esos negocios incluyen la producción de hidrógeno verde, biocombustibles de segunda generación (2G) y productos químicos sostenibles, así como la recarga eléctrica ultrarrápida.
Cabe recordar que Cepsa tiene una alianza estratégica con Endesa para trabajar conjuntamente con el objetivo de desarrollar una red de recarga ultrarrápida en carretera en España y Portugal.
Adicionalmente, la nueva Moeve dispone de un acuerdo con Acciona para llevar a cabo un programa piloto de desarrollo de una red de intercambiadores de baterías en sus estaciones de servicio para los vehículos eléctricos fabricados por Silence, filial del grupo Acciona.
Gran competencia
Pero Moeve no es la única que está haciendo esfuerzos por impulsar la infraestructura eléctrica nacional. Su principal competidor, Repsol, ya contaba a cierre del primer semestre de este ejercicio con 1.300 puntos de recarga, lo que representa un aumento del 136% con respecto al cierre de 2023.
Y lejos están de los líderes de la movilidad eléctrica: Iberdrola y Endesa. La firma capitaneada por Ignacio Galán tiene unos 7.000 puntos operativos en España, de los que 2.000 puntos son de recarga rápida (lo que implica un aumento del 40% en seis meses). Mientras, Endesa disponía a mitad del año de 5.600, un 17% más que a cierre del ejercicio anterior.
Con todo, el proceso de electrificación de la movilidad en España avanza a un ritmo mucho más lento de lo necesario. Según el último Barómetro de la Electromovilidad publicado por Anfac para el tercer trimestre de 2024, los puntos de recarga de acceso público crecieron en el país un 6,1% respecto al trimestre anterior, alcanzando un total de 37.876 instalaciones.
Aunque en términos interanuales, la red pública de recarga nacional experimentó un aumento notable, del 50%, todavía está muy lejos de los objetivos nacionales. Para cumplir el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) y la estrategia europea Fit for 55, España debería cerrar el año con 63.500 puntos de recarga públicos, un 68% más de lo actual.
Desde la patronal de fabricantes de automóviles advierten que la red de recarga sería mayor "si entrasen a estar operativos los 10.333 puntos que actualmente se encuentran instalados, pero que no están funcionando por diversas razones". Esto quiere decir que más del 21% de la infraestructura instalada no está en funcionamiento.