Soltec y Holaluz encaran 2025 con nuevos consejos  y el reloj en contra para esquivar la quiebra

Soltec y Holaluz encaran 2025 con nuevos consejos y el reloj en contra para esquivar la quiebra

Observatorio de la Energía

Soltec y Holaluz encaran 2025 con nuevos consejos y el reloj en contra para esquivar la quiebra

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Soltec y Holaluz, las dos principales víctimas del descalabro fotovoltaico de 2024, encaran el nuevo año con el mismo desafío: sortear la quiebra. Aunque operan en negocios muy diferentes del sector solar, las empresas fundadas por Carlota Pi y Raúl Morales comparten paralelismos en la trayectoria de su crisis, y ahora deben hacer frente a un reto común.

Conocieron tiempos de esplendor que las consolidaron como referentes del sector fotovoltaico. Soltec, líder en la fabricación de seguidores solares, logró ocupar el tercer puesto en el mercado global, destacando por su expansión en diversas regiones. Por su parte, Holaluz, que nació como una startup catalana, llegó a convertirse en un icono del autoconsumo fotovoltaico en España, con un equipo de 752 empleados.

Pero la realidad actual es muy distinta para ambas compañías y el primer trimestre de 2025 será clave en su futuro. Actualmente, están negociando con sus acreedores  para alcanzar un plan de reestructuración de su deuda.

Soltec acaba de pedir una prórroga de tres meses, hasta el próximo 26 de marzo de 2025A finales de septiembre, la empresa decidió solicitar el preconcurso, una medida que fue aceptada por el juzgado el 3 de octubre. Esto ocurrió porque uno de los bancos del grupo de prestamistas decidió no renovar una prórroga para un préstamo de 90 millones de euros y una línea de avales de 110 millones, que vencían el 30 de noviembre.

Holaluz anunció hace menos de dos semanas que las negociaciones con sus deudores para extender su financiación están "muy avanzadas". En noviembre, la empresa de Carlota Pi anunció una ampliación de capital en dos fases para incluir al fondo Icosium Investment, que aportará 22 millones de euros.

La operación es crucial para que la empresa continúe negociando con los bancos, asegurando la liquidez necesaria para mantener su actividad con estabilidad. Además, la compañía obtuvo otros 15 millones a través de ventas de derechos de cobro, devoluciones de préstamos y la renovación de un pagaré.

Ambos grupos arrancarán el próximo ejercicio con consejos de administración renovados. En caso de Soltec, los nuevos fichajes llegaron hace sólo unos días, tras sufrir la fuga de cuatro de sus ocho miembros en los últimos meses. Algunos alegaron "motivos personales", otros "profesionales" y alguno reconoció una "falta de confianza en el consejo".

El nuevo comité incorpora caras conocidas. Es el caso de Marcelino Oreja, que ocupó el cargo de CEO en Enagás durante una década. También ha incorporado al exdirector general de El Confidencial.

Los problemas en la gobernanza no son exclusivos de Soltec. En el caso de Holaluz, los que eran accionistas mayoritarios, Axon Capital y Geroa Pentsioak, se negaron en mayo a aprobar las cuentas de la comercializadora correspondientes a 2023, argumentando que no disponían de toda la información necesaria. Esto desató una intensa batalla interna en la compañía.

En respuesta, Holaluz expulsó a los accionistas disidentes de su consejo de administración. El inicio de la renovación de su consejo llegó hace un mes, cuando el equipo fundador cedió la posición de primer accionista a Icosium tras la ampliación de capital.

Esta inyección financiera trajo un respiro para la empresa y dio al fondo la capacidad de disponer de tres asientos en el consejo.

Auditores y 'golpe' en bolsa

Las similitudes entre ambas empresas no terminan ahí. En ambos casos, las alarmas de crisis también fueron encendidas por el auditor. En abril, Soltec revisó sus cuentas de 2023 tras diferencias con EY, relacionadas con el criterio temporal de reconocimiento de ingresos. La reformulación de los resultados llevó a la compañía a entrar en pérdidas.

Un mes después, la firma auditora alertaba sobre "una incertidumbre material que podría generar dudas significativas" respecto a la capacidad de Soltec para seguir operando como empresa en funcionamiento.

Aunque EY no emitió salvedades en su informe sobre las cuentas de Holaluz, sí expresó dudas sobre la viabilidad de la compañía, señalando especialmente el abultado fondo de maniobra negativo que esta acumulaba.

La difícil situación financiera de ambas compañías también se refleja en el mercado bursátil. En 2024, ambas vieron suspendidas sus cotizaciones debido a la incertidumbre sobre su continuidad operativa.

La negociación de los títulos de Soltec permanece paralizada desde septiembre, después de perder un 51% de su valor en el año, mientras Holaluz ha caído un 62% en el mismo periodo. Muy lejos quedan los precios máximos alcanzados tras sus salidas a bolsa.