El euríbor a 12 meses, la referencia para la mayoría de las hipotecas a tipo variable en España, estrena 2019 manteniendo la inercia que ya le acompañó durante la mayor parte del pasado ejercicio. Esto es, subiendo... pero sin prisa.
La media mensual del índice hipotecario despedirá enero en el -0,116%, por encima del -0,129% de diciembre y el dato más alto desde marzo de 2017, y firmará así su décimo repunte mensual consecutivo. Ahora bien, lejos de la impresión inicial que estas cifras pueden generar, lo cierto es que su ascensión no se aparta de la que viene protagonizando desde al año pasado. En estos 10 meses de aumentos apenas ha escalado del -0,191% hasta ese -0,116% y todavía permanece por debajo del 0%, algo extraordinario por mucho que siga acumulando meses así. Y ya son unos cuantos, puesto que en febrero cumplirá tres años consecutivos en negativo.
En todo caso, y como el dato de enero es superior al de enero de 2018 (-0,189%) y al de julio del pasado año (-0,18%), la media del primer mes del año se traducirá en un pequeño incremento en las cuotas que se revisen con este dato como referencia. Para un préstamo de 150.000 euros a 20 años y un diferencial de un punto porcentual sobre el euríbor, la media de enero se traducirá en un encarecimiento de 5 euros al mes en las revisiones anuales y de 4 euros en las semestrales.
A EXPENSAS DEL BCE
Esta parsimoniosa subida, desesperante para una banca que anhela un euríbor más alto para sacar más lustre a su negocio, responde a las intenciones del Banco Central Europeo (BCE), que tampoco pasan por una rápida normalización de las condiciones monetarias en la Eurozona. Más bien lo contrario. Como pronto, su primera subida de los tipos de interés se espera para septiembre de este año. Y eso si llega, porque el mercado está dividido acerca de si la institución presidida por Mario Draghi tendrá margen para encarecer el precio del dinero en 2019.
La primera reunión de política monetaria del año, celebrada la semana pasada, confirmó esta sensación. Las referencias del BCE al debilitamiento de la economía y a que los riesgos han crecido dejaron la impresión de que la entidad se lo pensará muy mucho antes de elevar los tipos, algo que no ocurre en la Eurozona desde 2011.
En cualquier caso, y sin urgencias a la vista en el BCE, el euríbor tiene el camino despejado para continuar subiendo, pero con calma. Por ahora, si el BCE sigue adelante con su hoja de ruta de aumentar los intereses en septiembre u octubre, los pronósticos del mercado pasan por un euríbor ya en positivo a finales de año, pero por poco, antes de progresar hacia el 0,25% y el 0,5% en el transcurso de 2020.
O lo que es lo mismo, lecturas todavía muy bajas desde un punto de vista histórico. Un dato lo evidencia: desde que tomó el relevo al míbor a 12 meses en el año 2000, su media se sitúa en el 2%.