La reforma del euríbor sigue consumiendo plazos. Y más que podrá consumir si resulta preciso. Las autoridades europeas, conscientes de la sensibilidad que este índice tiene para las empresas, los bancos y los hogares, han acordado extender durante dos años más, hasta finales de 2021, el periodo transitorio para que el euríbor y otros índices de referencia similares cumplan los requisitos exigidos en el Reglamento sobre índices de referencia del mercado (BMR).

Esta prórroga, propuesta a finales de febrero por el grupo de trabajo encargado de esta cuestión y aprobada por el Parlamento Europeo a finales de marzo, implica fundamentalmente que el euríbor no 'morirá' a finales de 2019, un riesgo al que se exponía en caso de que el Instituto Europeo de Mercados Monetarios (EMMI, por sus siglas en inglés) no culminara con éxito la reforma del cálculo del euríbor en la que está trabajando y que permitirá al índice cumplir con las exigencias del BMR. Ahora, pase lo que pase con EMMI, el euríbor tiene garantizados dos años más de vida en los que podrá ser tomado como referencia tanto para los contratos ya existentes como para los que se firmen a partir de enero de 2020 y hasta el 31 de diciembre de 2021. 

Con la anterior redacción del Reglamento, el artículo 51.4 establecía que, si un índice no cumplía lo dispuesto en el BMR, “ningún instrumento financiero, contrato financiero o medición de la rentabilidad de un fondo de inversión añadirá una referencia a dicho índice de referencia ya existente después del 1 de enero de 2020”. Es decir, desde entonces el euríbor ya no existiría para los nuevos contratos si su reforma no hubiera llegado a tiempo.

"Con esta ampliación se trata de eliminar el riesgo de que si EMMI no completara la reforma el euríbor no pudiera  utilizarse a partir de 1 de enero de 2020"

En las enmiendas introducidas ahora se añade un 51.4 bis, que dispone lo siguiente: "Un índice de referencia designado como crucial por un acto de ejecución adoptado por la Comisión con arreglo al artículo 20 del presente Reglamento que no cumpla los requisitos para obtener una autorización de conformidad con el artículo 34 del presente Reglamento antes del 1 de enero de 2020 podrá, si su interrupción afectara a la estabilidad financiera, utilizarse hasta el 31 de diciembre de 2021".

Fuentes consultadas por 'Invertia' confirman que este párrafo garantiza la vigencia del euríbor -y de otros índices considerados cruciales- hasta finales de 2021 incluso para los contratos que nazcan a partir de enero de 2020. Como explica una de esas fuentes, "con esta ampliación del plazo se trata de eliminar el riesgo de que si dicha autorización no llegara a producirse [la que necesita EMMI para completar la reforma] por cualquier circunstancia no prevista, el euríbor, como índice crítico que es, no pudiera utilizarse a partir de 1 de enero de 2020".

EMMI MANTIENE SU CALENDARIO

La decisión de las autoridades europeas acalla los temores existentes en la industria financiera. La importancia del euríbor, en sus distintos plazos, para las diferentes herramientas de financiación, desde la emisión de deuda de una compañía hasta la hipoteca de un particular, es tan relevante que se temía el impacto que podría producirse en caso de que la reforma del euríbor no cuajara o no llegara a tiempo para cumplir con el Reglamento europeo. Sobre todo, porque ya hubo un precedente: en mayo de 2017, a EMMI no le quedó otro remedio que admitir que la reforma en la que estaba trabajando entonces, con la que se pretendía calcular el euríbor a partir exclusivamente de operaciones reales en el mercado, era inviable. 

Con este recuerdo, y con EMMI trabajando desde entonces en otra reforma, incluso el Banco Central Europeo (BCE) alertó en el verano de 2018 de la amenaza "sistémica" que podría suponer que este nuevo intento no se completara para finales de 2019. Ahora enero de 2020 ya no aprieta y se ganan dos años para culminar la reforma del euríbor o para trabajar en un nuevo índice que lo sustituya por completo. 

"EMMI no tiene previsto apartarse de la línea de trabajo en la que está inmerso y pretende lanzar la metodología híbrida para el cálculo del índice antes de que termine 2019"

Ahora bien, aunque esta extensión dará más tiempo para que los índices de referencia del mercado cumplan los requisitos de rigor, transparencia y solidez exigidos por el BMR, EMMI ha confirmado a 'Invertia' que mantiene su intención de no apurar ese plazo extra y tener listo el nuevo cálculo del euríbor para este año. Es decir, no tiene previsto apartarse de la línea de trabajo en la que está inmerso, que consta de dos partes. Primero buscará este trimestre la autorización de la Autoridad de Servicios Financieros y Mercados de Bélgica -la CNMV belga-, que es el organismo supervisor del euríbor, y luego pretende lanzar la metodología híbrida para el cálculo del índice antes de que termine 2019. Por ahora, las primeras pruebas realizadas reflejan que este nuevo cálculo muestra unas oscilaciones más bruscas que el actual

En concreto, lo que está haciendo EMMI es desarrollar un nuevo modo de calcular el euríbor para reforzar su transparencia, su rigor y su fiabilidad. Para ello, está trabajando en una metodología híbrida que combine datos tomados de las operaciones que se producen en el mercado, de manera preferible, datos históricos y datos procedentes de expertos del mercado. Es decir, no busca lanzar un nuevo euríbor, sino un nuevo método para calcularlo. 

Este proceso, especialmente si logra el objetivo de basarse lo máximo posible en datos de operaciones reales, busca distanciarse del modelo actual. El euríbor se calcula ahora a partir de los datos que un panel de 19 bancos ofrece sobre el interés al que prestaría dinero a otros bancos para los distintos plazos del euríbor (1 semana, 1 mes, 3 meses, 6 meses y 12 meses). Es decir, no resulta del interés resultante de operaciones reales, sino de la voluntad mostrada por los bancos. Como se ha demostrado, este procedimiento generaba la posibilidad de manipular el índice, razón por la que se puso en marcha el BMR y la reforma de los índices de referencia para reforzar su fiabilidad y acabar con las malas prácticas

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