La Comunidad de Madrid desvela que fondos y gestoras tienen “ganas de invertir” en Madrid Nuevo Norte
Los más de 17.000 millones de euros que se invertirán para la construcción y la promoción inmobiliaria generarán un impacto de unos 52.000 millones.
16 noviembre, 2022 02:09Madrid Nuevo Norte ya ‘se vende’. La Comunidad de Madrid ha promocionado el proyecto en diferentes ferias internacionales y la respuesta está siendo más que positiva. “Inversores, fondos y gestoras han mostrado un interés extraordinario. Hay apetito y ganas de invertir en el proyecto”, ha destacado Paloma Martín, consejera de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura en un acto sobre el impacto económico del proyecto.
No sólo eso. Esos inversores, fondos y gestoras han venido a Madrid para conocer de primera mano las características de lo que se ha definido como un nuevo modelo de ciudad del siglo XXI. Y se han interesado no solo por el ámbito residencial, también por aspectos científicos, culturales o sanitarios relacionados con el proyecto.
“Madrid Nuevo Norte es la decisión más importante en materia de territorio realizada por la Comunidad de Madrid. Por eso es necesario potenciar la visibilidad de este proyecto entre los inversores y que conozcan la seguridad y la estabilidad jurídica y fiscal que ofrecemos a las empresas”, añadió Paloma Martín.
Impacto económico
Más allá de este interés inversor allende nuestras fronteras, el gran proyecto de transformación urbana de Madrid va a tener un relevante impacto económico tanto en la ciudad como en la Comunidad de Madrid.
Así, cada euro invertido en la construcción y promoción inmobiliaria de Madrid generará el triple de impacto económico en la región. Es decir, que los más de 17.000 millones de euros previstos en estos ámbitos se traducirán en alrededor de 52.000 millones de euros a lo largo de al menos los próximos 30 años.
Son datos que recoge el estudio ‘Impactos inmobiliarios y redes sectoriales en la Comunidad de Madrid: el caso de Madrid Nuevo Norte’. Dicho informe ha sido elaborado por la Universidad Complutense de Madrid, a través del ICAE, a partir de los datos de la Contabilidad Regional.
El informe, redactado bajo la batuta del catedrático Luis A. Puch, divide la repercusión en dos fases: por un lado, la de construcción (los primeros doce años) y la posterior de promoción (durante más de tres décadas), que comenzará con la comercialización de los inmuebles.
Hasta 2100
En la fase de construcción, requerirá de 7.000 millones de euros (sin incluir la compra de suelo), que generarán cerca de 15.000 millones de impacto hasta el año 2050. Por sectores, los más beneficiados serán el de actividades profesionales (3.173 millones de euros de impacto), construcción (2.390 millones), transporte y tecnologías de la información y comunicación -TIC- (2.327 millones), comercio y hostelería (1.954 millones) y financiero y seguros (1.870 millones).
Mientras que, en la fase de promoción residencial y terciaria, se requerirá de una inversión de 10.105 millones de euros que generarán más de 37.000 millones de euros más allá de las próximas tres décadas. En este campo, los sectores que más se beneficiarán serán las actividades profesionales (12.257 millones de euros de impacto), transporte y tecnologías de la información y comunicación -TIC- (8.538), comercio y hostelería (9.871), inmobiliarias (8.421), comercio y hostelería (7.917 millones) y administraciones públicas -salud y educación- (4.394 millones).
Según el estudio de la Universidad Complutense, el impacto será continuado durante más de 30 años “y con efectos dinámicos”. En concreto, en la fase de construcción, de 2021 a 2033, se generará el 56% del impacto total (8.400 millones de euros) sobre sus proveedores. En los siguientes 12 años, se generará el 37% (5.500 millones). Efectos positivos que pueden alargarse “más allá de 2050”.
En el caso de la fase de promoción inmobiliaria, el 55% del impacto total (20.600 millones) sobre los clientes y usuarios se generará durante las siguientes dos décadas: “Con la previsión de que este impacto pueda alargarse hasta el año 2100”.
Las inversiones en construcción e inmobiliario aumentarían el crecimiento del PIB regional casi un 43%. “Su puesta en marcha, en un momento de incertidumbre como el que atraviesa la economía española, supone un incentivo inmejorable para los inversores nacionales e internacionales y una inyección de confianza para nuestro tejido productivo”, concluye Paloma Martín.