
Web de Tiko.
La inmobiliaria Tiko continúa con su desmantelamiento: cierra su web y se niega a pagar las indemnizaciones del ERE
La compañía, que compró Housell hace un año, solicitó el preconcurso de acreedores con la idea de reflotar el negocio en enero.
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La agencia inmobiliaria Tiko, la más grande en el sector PropTech en España, enfila su desmantelamiento. La compañía ya ha echado el cierre de su página web y, además, se niega a pagar las indemnizaciones del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) a sus trabajadores.
La empresa solicitó en diciembre el preconcurso de acreedores con la idea de intentar reflotar la compañía en los primeros meses de 2025, aseguraron fuentes del sector a EL ESPAÑOL-Invertia. Por aquel entonces su portal web, principal canal para captar clientes, seguía activo. Sin embargo, ahora el cierre de su web demuestra que no ha sido posible recuperarse de su delicada situación. Además, su teléfono de atención ya no existe.
A esto hay que sumar que no van a pagar las indemnizaciones que deben a sus trabajadores tras llevar a cabo un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), según ha podido saber este periódico.
Dicho ERE se materializó en diciembre y afectó a la gran mayoría de los trabajadores (de una plantilla de 50) y a los empleados de Housell, la empresa que había comprado ese mismo año generando una inmobiliaria sin oficinas con 2.000 propiedades en España.
En ese momento, Sina Afra, consejero delegado internacional y fundador de Tiko, ya trasladó a los empleados que no había dinero. Situación que, tal y como ha podido saber este periódico, no ha cambiado. De hecho, muchos de los extrabajadores son conscientes de que sólo cobrarán a través del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa).
La caída de Tiko también ha afectado a los ahorros de varios clientes de la inmobiliaria que han visto cómo el dinero que depositaron a través de contratos de arras para garantizar la compraventa de sus viviendas ha quedado en manos de la empresa y no saben si podrán recuperarlo.
No hay una cifra exacta, pero se calcula que hay más de 100.000 euros como mínimo en arras de pisos pendientes, según señalan fuentes del sector.
Situación complicada
A pesar de que en 2024 la compra de Housell fue todo un pelotazo, Tiko no atravesaba su mejor momento. En octubre de ese año, la inmobiliaria disolvió varias de sus filiales (Tiko Es Asset Management 2 y Tiko Es Asset Management 5).
Además, llevaba años acumulando pérdidas. En 2023, la compañía registró unos números rojos de 2,3 millones de euros. Un año antes, las pérdidas ascendían a 1,9 millones y en 2021 a 1,5 millones, según los últimos datos del Registro Mercantil disponibles. De hecho, desde su constitución en 2017 no ha conseguido tener beneficios.
A las pérdidas y la falta de liquidez hay que sumar una gestión complicada. Los "cambios continuos en la toma de decisiones y la escasa diferenciación frente a la competencia (Clikalia, Casavo…) han debilitado el negocio de una empresa que se hizo famosa por ofrecer comprar una casa y venderla en un mes", según detallan fuentes del sector.
Cabe recordar que Tiko es una compañía del sector PropTech fundada a mediados de 2017 en Madrid. Con presencia en otros países como Portugal, su modelo se basa en aplicar la tecnología al sector inmobiliario. De esta forma, había atraído a 200.000 propietarios.
Al frente de la compañía en España también estaba Ana Villanueva, quien es cofundadora junto a Paco Sahuquillo Cebrian. Este último es ahora advisor en el portal habitacion.com, mientras que Villanueva anunció hace dos meses en su cuenta de LinkedIn que abandonaba Tiko al igual que han hecho otros directivos.