MásMóvil sorprendió al mercado con su compra más grande tras adquirir Yoigo en 2016. La operadora presidida por Meinrad Spenger anunció la adquisición de Lycamobile por 372 millones de euros, una operación que ha generado interrogantes en el mercado respecto de su viabilidad e incorporación en el portfolio de la compañía amarilla.
Desde la teleco se apresuran en señalar que la operación generará sinergias de 30 millones de euros y que les consolidará en un mercado del prepapago en España donde se mueven unos 700 millones de euros anuales.
La adquisición de Lycamobile se enmarca dentro de los esfuerzos de la operadora por convertirse en el mayor operador de teléfonos móviles de prepago. Las 1,5 millones de líneas de la nueva adquisición se suman a los 423.000 usuarios de prepago de Lebara, los 100.000 de Hits Mobile y los 170.000 clientes de LlamaYa, otras adquisiciones de la compañía en los últimos dos años.
Sin embargo, Lycamobile es la más grande de las operadoras móviles virtuales (OMV) que ha comprado hasta la fecha, lo que genera una serie de desafíos desde el punto de vista de la integración.
Clientes de prepago
El reto mayor pasa por intentar convertir a sus clientes de prepago en postpago. Los últimos datos de la compañía indican que cerró 2019 con 8,9 millones de clientes, 10,4 millones si se suman los de prepago de Lycamobile. A partir de ahora, con 3,3 millones de prepago, duplicarán los 1,8 millones que tenían antes de comprar la operadora.
Con este número de clientes semi-cautivos, la obsesión del sector es convertirles en contratos convergentes de fibra y móvil, un paso que MásMóvil no termina de realizar con éxito. La compañía amarilla tiene 5,6 millones de clientes de móvil de postpago, 800.000 más que hace un año, y ha logrado reducir de dos millones a 1,8 millones los de prepago.
En el caso de la banda ancha este crecimiento ha sido más discreto con 500.000 nuevas altas en el último año. Ahora, el objetivo es intentar que una buena parte de los 1,5 millones de Lycamobile se conviertan en pagadores fijos con contrato y, en lo posible, en convergentes.
Como ya ha publicado este diario, la guerra comercial de las telecos se jugará este año en el bajo coste convergente y ahí MásMóvil es el rey del mercado. Pese a ello, la arremetida de Orange, la pujanza de Digi y la presión de Lowi y O2 les ha obligado a mover ficha para intentar seguir creciendo en un mercado cada vez más ajustado.
Adquisiciones del sector
Una posición que quizás les ha llevado a pagar más que el resto de las compañías que la propia MásMovil ha comprado recientemente. En especial con Lebara, que se adquirió por 55 millones de euros, sumando más de 423.000 clientes. La compra de Lycamobile se ha realizado por siete veces más y los clientes son apenas un triple que los de Lebara.
Estamos ante la mayor compra desde Yoigo en 2016. Un camino de inmersiones y adquisiciones en el que se ha gastado unos 1.400 millones de euros tras su constitución en marzo de 2014, cuando se fusionó MásMóvil con Ibercom.
Desde ese momento han realizado compras pequeñas como Xtra Telecom, UppMobile y Neo hasta otras más grandes como Pepephone y Yoigo. En abril de 2016 y tras una lucha a varias bandas, logró hacerse con la primera por 158 millones de euros, duplicando su cartera de clientes móviles.
Del mismo modo, en junio de 2016 daban el gran golpe sobre la mesa comprando Yoigo por más de 600 millones, lo que les hizo convertirse automáticamente en el cuarto operador español. Después llegarían Lebara (55 millones), LlamaYa (30 millones) y Hits Mobile (no se reveló el precio). La batalla está servida.