No son pocos los agentes del mercado que se muestran escépticos con la aplicación de criterios sostenibles en la industria de fondos de inversión. Sus mayores reparos se centran en la capacidad de estas estrategias para obtener un mejor ratio de rentabilidad ajustada al riesgo que otro tipo de productos más centrados en los fundamentales de las compañías en las que invierten.
Sin embargo, los datos reflejan que, sea más rentable o no -eso se verá en el largo plazo-, la inversión sostenible es una megatendencia que interesa cada vez más a los inversores, tanto institucionales como minoristas.
Los analistas de Morningstar cifran en 668.000 millones de euros los activos bajo gestión de los fondos considerados socialmente responsables a cierre de 2019, un 58% más que el año anterior. Y no ha sido solo gracias a la revalorización de los mercados financieros, como demuestran los datos comparativos con los fondos de inversión tradicionales.
En concreto, estos últimos registraron un crecimiento del 18% en la región, muy por debajo del ritmo de los fondos sostenibles. Desde la firma achacan este buen comportamiento a la apuesta de la gestión pasiva por esta clase de activos a través de fondos indexados y ETFs (fondos cotizados), que ya copan el 21% del ‘patrimonio sostenible’ en fondos europeos.
En este escenario, los roboadvisor españoles han comenzado a jugar sus cartas para quedarse con parte del enorme pastel. Lo necesitan. Estos gestores automatizados desarrollan su negocio en un entorno de fuerte competencia en el que la banca tradicional copa más del 90% del negocio de fondos.
El futuro es verde
Hace cinco años que los roboadvisor empezaron a despuntar en España a golpe de bajas comisiones y sistemas de arquitectura abierta que permiten al cliente invertir en productos que, por lo general, son mas difíciles de encontrar en la banca tradicional. Ahora, y tras estos primeros años de implantación, la inversión sostenible es el siguiente paso para ellos.
Así lo reconocen fuentes del sector que explican que “esta es una tendencia clave para el negocio y para los clientes y el sector no puede dejar pasar la oportunidad de generar nuevos ingresos con la venta de este tipo de productos”.
Algunos ya se han adentrado en este segmento del mercado y otros ultiman los detalles para lanzar nuevas carteras ‘verdes’. El servicio Invertimos por ti de Openbank (Banco Santander) fue de los primeros en incorporar fondos sostenibles en sus estrategias de inversión automatizadas.
Según explican desde la entidad, entre los cinco perfiles de riesgo que gestionan, la presencia de fondos con criterios ambientales, sociales y de buen gobierno (ESG), supera el 40% en todas las carteras. En el caso del perfil más conservador, la presencia de estos productos llega hasta el 79% del total del patrimonio que gestionan.
"Sí vemos interés de los clientes por invertir de manera sostenible, pues consideran que estas estrategias implican invertir en alta calidad y, a medio y largo plazo, nuestros estudios demuestran que se optimiza el ratio entre riesgo y rentabilidad", señalan desde OpenBank Wealth, donde se integra el roboadvisor del banco 'online' del Santander.
Según explican desde la entidad, la media mensual de sus nuevos clientes se ha incrementado en un 136% desde que comenzaron a priorizar la inversión en fondos EGS a través de su roboadvisor.
Con este panorama, ahora le toca dar el salto a los gestores automatizados independientes. Fuentes consultadas indican que Finanbest será el siguiente en desembarcar en este negocio con el lanzamiento de una nueva cartera de fondos de inversión sostenibles que podría ver la luz antes de que termine el año.
"Es un negocio creciente que puede atraer nuevos clientes interesados en este tipo de inversión, capaz de generar más ingresos por comisiones de operaciones a los gestores automatizados", indican los expertos.
MyInvestor es otra de las entidades que ha iniciado 2020 con una mentalidad más sostenible. Es cierto que la firma se ha convertido en un 'neobanco' de pleno derecho, pero su origen de roboadvisor obliga a incluir su nombre entre las ventanillas online que han elegido 2020 para lanzarse al negocio de los fondos sostenibles.
La firma incluye en su oferta once productos verdes de gestoras internacionales que incluyen criterios ESG en sus procesos de inversión, de grandes firmas como Candriam, Nordea, BNP Paribas, BlackRock, Pictet o RobecoSAM, entre otras.
Según reconoce Marian Fernández, experta en inversión responsable del neobanco, “es cierto que muchos productos son de reciente lanzamiento, lo que limita el horizonte de tiempo para analizar su comportamiento” en términos de rentabilidad y de ahí el escepticismo que algunos inversores muestran aún por esta estrategia. A corto plazo, los fondos ESG de MyInvestor “se anotan rentabilidades de más del 40%” en 2019.