Bruselas redobla la presión sobre Google para que respete las reglas de privacidad de la Unión Europea en el proyecto conjunto que ha lanzado con su máximo rival, Apple, con el fin de ayudar a desarrollar aplicaciones móviles que permitan rastrear el coronavirus. Una solución tecnológica que la propia UE considera fundamental para poder desescalar progresivamente las medidas de confinamiento.
El comisario responsable de Mercado Interior, Thierry Breton, se ha puesto en contacto por videoconferencia con el consejero delegado de Google, Sundar Pichai, para dejarle claro que el desarrollo y la interoperabilidad de este tipo de aplicaciones "deben respetar plenamente nuestros valores y la privacidad".
La conversación con el máximo responsable de Google ha sido "buena y positiva", ha escrito Breton en su cuenta de Twitter. Y es que el comisario francés reconoce que "las aplicaciones de seguimiento de contactos pueden ser útiles para limitar la expansión del coronavirus".
"Sin embargo, unas garantías sólidas en materia de privacidad constituyen un requisito previo para la aceptación de estas aplicaciones y, por lo tanto, de su utilidad. Si bien debemos ser innovadores y hacer el mejor uso posible de la tecnología en la lucha contra la pandemia, no transigiremos con nuestros valores y exigencias en materia de protección de la intimidad", insiste Breton.
Precisamente, la Comisión Europea ha publicado este jueves una guía práctica que establece los requisitos que tendrán que cumplir las aplicaciones de rastreo del Covid-19. En primer lugar, deben ser aprobadas por las autoridades sanitarias de los Estados miembros y respetar plenamente las reglas de la UE en materia de privacidad y protección de datos.
Su instalación tiene que ser voluntaria y deberán desmantelarse desde el momento en que ya no resulten necesarias. Las aplicaciones se basarán en las soluciones tecnológicas con más garantías en materia de privacidad: Bruselas apuesta por la tecnología de proximidad Bluetooth, de manera que no sea necesario hacer un seguimiento por geolocalización de las personas.
Las apps para rastrear el coronavirus tienen que funcionar con datos anonimizados: pueden alertar a los usuarios que hayan estado cerca de una persona infectada durante un determinado periodo para que se hagan la prueba o se aíslen, pero sin revelar la identidad del infectado.
Finalmente, la Comisión reclama que las aplicaciones sean interoperables en toda la UE para que los ciudadanos estén protegidos incluso cuando crucen fronteras; que se fundamenten en los últimos criterios epidemiológicos disponibles y reflejen las mejores prácticas en materia de ciberseguridad y accesibilidad; y que sean eficaces.