Logo de O2, en una imagen de archivo.

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Tecnología

Telefónica y la fusión entre O2 y Liberty: las claves de un negocio de 24.000 millones

La operadora ha confirmado una posible integración de su negocio con Liberty Global en Reino Unido y espera cerrarlo esta semana.

4 mayo, 2020 09:27

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Telefónica ha confirmado este lunes que negocia una posible integración de O2 con Liberty Global en Reino Unido, una operación adelantada por Bloomberg y la prensa británica el pasado viernes y que, según estas mismas fuentes, podría cerrarse esta misma semana antes de los resultados trimestrales que debe presentar la operadora española el 7 de mayo.

Telefónica ha indicado en un hecho relevante remitido a la CNMV española que no puede garantizar, a esta fecha, "ni los términos precisos ni la probabilidad de éxito del proceso iniciado entre ambas partes". Después de este anuncio las acciones de la operadora suben más de un 1% en un Ibex que cae un 3%.

"En relación con las noticias aparecidas en algunos medios de comunicación con respecto a las conversaciones mantenidas con Liberty Global sobre una posible integración de sus respectivos negocios de telecomunicaciones en el Reino Unido, Telefónica informa que el proceso iniciado entre ambas partes se encuentra en fase de negociación, sin que puedan garantizarse, a esta fecha, ni los términos precisos ni la probabilidad de éxito del mismo", ha explicado la compañía.

De concretarse, estamos hablando de una operación que podría cambiar completamente el panorama competitivo del mercado en Reino Unido. Hasta ahora el operador dominante es BT y Telefónica -a través de su marca O2- intenta trasladar su fortaleza del mercado móvil al de hogares y fibra óptica.

Los analistas británicos hablan de una integración en una sociedad participada al 50% que abarque toda la cadena de valor de las telecomunicaciones y que se haga fuerte en paquetes convergentes.

Valoraciones y 5G

Recordemos que Telefónica situó a Reino Unido -junto con España, Brasil y Alemania- sus mercados prioritarios de crecimiento, aunque la actual estructura del sector le impide crecer de manera orgánica con la que velocidad que desea el equipo de José María Álvarez Pallete.

Es por ello que en el sector no ven con malos ojos una integración: O2 aportaría el negocio móvil y su creciente negocio de fibra y Liberty, a través de su marca Virgin, parte del negocio residencial. Los negocios de las dos operadoras se valoran entre 12.000 y 13.000 millones de libras cada uno.

Sería una integración clave en momentos de despliegue comercial del 5G, lanzado por todas las operadoras británicas a comienzos de este año. Una fusión de O2 con Liberty garantiza unir esfuerzos de cara a una subasta de espectro en la que se prevé una inversión de algunos miles de euros.

En el caso de Telefónica, las mismas fuentes de mercado apuestan a que la operadora española recibiría recursos en metálico por la transacción y por el 50% de la sociedad resultante, lo que le serviría para pagar deuda que en estos momentos se sitúa en 37.000 millones de euros.

Esta operación en Reino Unido es clave para apuntalar la hoja de ruta de José María Álvarez Pallete, que prometió acciones concretas en noviembre pasado y, de momento, no ha concretado ninguna operación relevante.

Reguladores de competencia

El plan de ejecución "para los próximos 100 años" abrió la puerta a la entrada de socios en todos sus negocios y en especial en Latinoamérica, aunque por el momento no se ha manifestado ningún interés formal. En el aire también está la compra de OI, el operador brasileño por el que hizo una oferta conjunta por parte o la totalidad de estos activos junto con la italiana TIM, en marzo de este año.

El objetivo de Telefónica es acelerar estas dos operaciones que tienen un gran valor estratégico. Por un lado, demostrar al mercado y a sus accionistas que se están concretando movimientos reales en relación a la hoja de ruta de noviembre; y e segundo lugar crecer en dos de sus cuatro mercados claves para discutir el liderazgo a los principales players en estos países.

¿Problemas? La regulación europea y británica, que no es proclive a fusiones de operadores y que cree que la competitividad se alcanza a partir de fragmentar el mercado. Las fuentes consultadas indican que no será una operación fácil, aunque consideran que en los últimos meses la UE se ha mostrado más abierta a aprobar -con condiciones- este tipo de operaciones.