La app del Gobierno para rastrear el coronavirus comienza a navegar en aguas más tranquilas. Dos meses después del fin del estado de alarma y casi un mes después de que terminara con éxito el piloto en La Gomera, el Ejecutivo logró que seis comunidades -Andalucía, Extremadura, Aragón, Cantabria, Canarias y Castilla y León- comenzaran este jueves a usar la aplicación.
Del mismo modo, y a la espera de que empiece a rodar en otras autonomías, ya más de dos millones de personas se la han descargado en sus teléfonos móviles. Una cifra que, sin embargo, es todavía insuficiente y que está muy lejos del 25% de penetración con la que el Gobierno cree que será útil y del 60% (28 millones de españoles) que consideran los expertos como viable.
Oficialmente desde ayer las 19 comunidades y ciudades autónomas ya están inmersas en el camino para integrar sus sistemas sanitarios con la app Radar COVID -disponible desde el 10 de agosto- pero persisten las dudas respecto de la velocidad con que cada una comience a entrar en el sistema.
La idea original era que el 10 de agosto Canarias y Baleares se estrenaran con la app -por su impacto en el turismo- pero las trabas burocráticas y su lentitud para integrar sus sistemas sanitarios con Radar COVID, han hecho que su implantación definitiva siga siendo una incógnita en el caso de Mallorca. Lo mismo pasa con Madrid o Barcelona, las de mayor incidencia del virus en estos momentos, donde nadie confirma fechas.
En el Ejecutivo se comprometieron a que todas las autonomías estuviesen activas el 15 de septiembre, aunque no está claro que este plazo finalmente se cumpla por la lentitud con que está avanzando el proceso de integración y que ya retrasó los plazos de la primera avanzadilla de comunidades que iban estar -en principio- operativas hace más de diez días. En el anuncio del jueves con las primeras cuatro comunidades, el Ejecutivo ya no habló de plazos.
Arranca la implantación
Lo cierto es que el proceso se ha agilizado. Hace una semana ninguna comunidad autónoma había comenzado a integrar sus sistemas con la app y el martes pasado solo 13 se habían sumado al proyecto. Ahora ya hay cuatro territorios activos y, al parecer, el resto avanzan.
Una situación que abre un nuevo debate que los expertos ya comienzan a plantear: el número de usuarios activos que debe tener la app para ser realmente una ayuda para contener la pandemia.
El Ejecutivo confirmó el jueves que ya se habían producido dos millones de descargas en sus versiones para los sistemas operativos Android e iOS. Todo ello en menos de dos semanas y pese a las trabas que han tenido algunos usuarios con móviles antiguos para poder ponerla en marcha. El problema es que todos los expertos coinciden en que con dos millones usuarios activos, la app de rastreo de la Covid no tiene prácticamente ninguna utilidad.
Según la Secretaría de Estado de Digitalización -promotora del proyecto- a partir del 25% de utilización puede ser útil para cualquier protocolo. De hecho, los datos del Gobierno a partir de la primera experiencia piloto en La Gomera (Canarias) indican que a partir de estos porcentajes los niveles de contagios pueden reducirse en un 30%.
No obstante, expertos médicos y en tecnología contactados por este Gobierno indican que el mínimo para que la app sea útil es una penetración 60% en la población. Es el umbral que establece el documento Una estrategia integral elaborado por una treintena de expertos con soluciones para contener la pandemia.
Máximo número de descargas
Al anunciar que la app estará operativa en Málaga el 24 de agosto, el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, también advirtió que es "muy importante" que, al menos, el 60 % de la población la instale en sus dispositivos móviles. "Así será muy útil para todos". Una opinión con la que concuerdan otros expertos consultados por este diario.
Si utilizamos los estándares del Gobierno se necesitarían al menos 11,7 millones de usuarios activos con la app y 28 millones si tomamos como referencia el umbral del 60%. Cifras ante las que dos millones de descargas se antoja escasa.
En cualquier caso, estamos hablando de usuarios activos y no solamente descargas. Es decir, personas que tengan Radar COVID instalada en sus móviles, pero además activa, con el Bluetooth funcionando -para identificar los contactos de manera anónima- y que siempre lleven consigo el móvil.
La aplicación funciona mejor cuando se rastrea la mayor cantidad de gente posible y para ellos todos deben tener la app funcionando con máxima fiabilidad. Es por ello que los expertos advierten que para que cumpla sus objetivos debe existir el máximo número posible de descargas.
También es fundamental que todas las autonomías tengan Radar COVID activa cuanto antes y que, dentro de ellas, sus habitantes la instalen y la activen de manera masiva. El Ejecutivo insiste en que apostarán por la persuasión y que nunca será de carácter obligatorio por lo que cualquier esfuerzo de promoción y publicidad es poco.
Los mismos expertos consultados insisten en que esta herramienta puede ser muy útil en el combate de la pandemia y consideran que su rápido despliegue es uno de los retos más inmediatos en nuestro país.
Sin suficientes rastreadores, con cerca de 3.000 contagios diarios y con datos que demuestran que esta app es el doble de eficaz en la detección de contactos de los positivos que los rastreadores manuales, la opinión generalizada es que las administraciones deben hacer los esfuerzos necesarios para agilizar los procesos para habilitarla y luego para fomentar su utilización. Comienza una nueva batalla.
Cómo funciona la aplicación
La aplicación utiliza la conexión Bluetooth del terminal, a través de la cual los móviles emiten y observan identificadores anónimos de otros teléfonos que cambian periódicamente. Cuando dos terminales han estado próximos durante quince minutos o más a dos metros o menos de distancia ambos guardan el identificador anónimo emitido por el otro.
Si algún usuario fuera diagnosticado positivo de la Covid-19 tras realizarse un test PCR, decidiría si dar su consentimiento para que, a través del sistema de salud, se pueda enviar una notificación anónima. De esta forma, los móviles que hubieran estado en contacto con el paciente recibirían un aviso sobre el riesgo de posible contagio y se facilitarían instrucciones sobre cómo proceder. Al no solicitarse datos de ningún tipo, es imposible identificar o localizar de forma alguna a ningún usuario.
El Gobierno advierte que la app está desarrollada bajo estrictos estándares de privacidad. De esta manera, ningún usuario puede ser identificado o localizado porque no hay dato alguno registrado y porque todo el proceso se desarrolla en su teléfono sin salir hacia ningún servidor.