Los 'riders', en guerra contra Glovo a la espera de la nueva ley para regularizar el sector
Un grupo de repartidores pide aumentar las horas de trabajo y que el material vuelva a ser gratuito, entre otras cosas.
1 septiembre, 2020 02:03Noticias relacionadas
El sector de reparto de comida a domicilio vuelve a entrar en ebullición con el comienzo del nuevo curso. A la espera de conocer la nueva normativa que prepara el Ministerio de Trabajo para regularizar la situación laboral de más de 25.000 riders, Glovo -uno de las principales plataformas- vuelve a entrar en conflicto con sus colaboradores.
La Asociación Autónoma de Riders (AAR) -que representa a unos 1.000 trabajadores- ha presentado un pliego de peticiones a Glovo porque consideran que su sistema de contratación se está volviendo inflexible y que no responden al modelo de afiliación por cuenta propia, pero con derechos reforzados, al que aspiran desde esta organización de trabajadores.
En el pliego de condiciones al que ha tenido acceso Invertia, demandan más horas de trabajo y modificar el sistema de asignación de pedidos; cambios en el modelo de valoración del cliente; en los tiempos de espera y la revisión de las tarifas, además de solicitar que el material de reparto vuelva a ser gratuito, entre otras cosas.
Estas peticiones de producen cuando el Gobierno y el Ministerio de Empleo pretenden retomar el desarrollo del proyecto de ley que aborda el reconocimiento de la laboralidad de las personas trabajadoras en plataformas digitales.
El ministerio que dirige Yolanda Díaz se decanta por incorporar a estos trabajadores a un régimen de cuenta ajena -la mayoría son autónomos-, pese a que el sector está completamente dividido.
Modelos enfrentados
Just Eat prefiere contratar a sus trabajadores, mientras que Glovo, Deliveroo y Uber Eats se decantan por un modelo mixto en el que cual se incluya una vinculación por cuenta propia que -según estas plataformas- otorgaría más derechos laborales incluso que los trabajadores por cuenta ajena con contratos temporales.
Una "zona segura" en la que -indican- las mejoras podrían ir creciendo a medida que el trabajador se va consolidando y siempre respetando su libertad para trabajar en el momento que necesite. Actualmente hay unos 15.000 riders que trabajan bajo alguna de estas modalidades y otros 10.000 sin ningún tipo de vinculación formal.
No obstante, el nuevo pliego de peticiones a Glovo de muestra que ni siquiera entre quienes apuesta por el mismo modelo, hay unanimidad. La Asociación Autónoma de Riders se ha manifestado a favor de esta "zona segura", pero siempre que los derechos reforzados que prometen estas plataformas, no se pierdan.
Este parece ser el caso de Glovo. "La plantilla de repartidores que colaboran con Glovo plantean continuamente quejas por una serie de motivos, los cuales expondremos a continuación, para tratar de llegar a un punto de encuentro entre los repartidores colaboradores, en este caso, representados por AAR y la empresa", indican.
Su principal preocupación es la falta de horas para trabajar. Para ello piden controlar la venta de horas, eliminar la práctica de asignación de horas arbitraria, establecer una búsqueda activa de horas alquiladas, limitar las nuevas incorporaciones o establecer cuentas temporales solo para picos de demanda o establecer franjas de colaboración no inferiores a dos horas.
Demandas de los 'riders'
Del mismo modo, piden que la mala calificación del cliente tenga el derecho a réplica por parte del repartidor y ser confrontado con la versión del cliente, antes de proceder a la mala calificación. También piden reasignar los pedidos dobles, por excesivo volumen de los productos.
Demandan que el repartidor pueda entregar los pedidos en el orden que estime oportuno; que tenga la potestad de decidir si quiere aceptar o no el pago en efectivo; que se haga un seguimiento de aquellos partners en los que se detecte un alto tiempo de espera; que se controle mejor la entrega de los bonos de lluvia y que se subsane la inexactitud del cálculo de los kilómetros trabajados.
También piden que el material de reparto vuelva a ser gratuito; que se permita que los repartidores se movilicen de zona al menos, dentro de una misma ciudad y evitar así que pueda estar sin pedido por largos periodos de tiempo; que se revisen las tarifas y los bonos y las variaciones en las condiciones de colaboración.