La Comunidad de Madrid y Navarra han sido las últimas autonomías en sumarse a Radar Covid. Los habitantes de estas dos regiones ya pueden utilizar todas sus funcionalidades y ya son diez las comunidades que se han sumado al proyecto, según ha indicado este miércoles la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, en la inauguración del 34º Encuentro de la Economía Digital y las Telecomunicaciones.
La vicepresidenta también ha adelantado que las descargas de la aplicación en Apple Store y Google Play ya suman 3,4 millones, 100.000 más que las registradas hasta el viernes pasado.
Madrid y Navarra se suman así a Andalucía, Cantabria, Aragón, Canarias, Castilla y León, Baleares, Extremadura y Murcia, que disponen de este servicio desde finales de agosto. Se espera que el resto de autonomías se incorporen antes del 15 de septiembre.
Del mismo modo, a mediados de septiembre comenzará este proceso para que la app de rastreo de coronavirus consiga la esperada interoperatividad con los principales países europeos, según indicó la secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, Carme Artigas, en entrevista con este periódico.
Queda ahora la parte más difícil del proyecto. Lograr que la mayor cantidad de ciudadanos españoles se la descarguen y la pongan en funcionamiento. Las personas que tengan Radar Covid instalada en sus móviles, deben tenerla además activa, con el Bluetooth funcionando -para identificar los contactos de manera anónima- y deben llevar siempre consigo el móvil.
La aplicación funciona mejor cuando se rastrea la mayor cantidad de gente posible y para ellos todos deben tener la app funcionando con máxima fiabilidad. Es por ello que los expertos advierten que para que cumpla sus objetivos debe existir el máximo número posible de descargas.
El Ejecutivo dice que con un 20% de penetración podría reducir hasta un 30% los contagios, aunque los expertos advierten que con menos del 60% no sería útil. Hablamos, en cualquier caso de una horquilla de uso que va desde los 10 a los 30 millones de usuarios activos.
Cómo funciona la aplicación
La aplicación utiliza la conexión Bluetooth del terminal, a través de la cual los móviles emiten y observan identificadores anónimos de otros teléfonos que cambian periódicamente. Cuando dos terminales han estado próximos durante quince minutos o más a dos metros o menos de distancia ambos guardan el identificador anónimo emitido por el otro.
Si algún usuario fuera diagnosticado positivo de la Covid-19 tras realizarse un test PCR, decidiría si dar su consentimiento para que, a través del sistema de salud, se pueda enviar una notificación anónima.
De esta forma, los móviles que hubieran estado en contacto con el paciente recibirían un aviso sobre el riesgo de posible contagio y se facilitarían instrucciones sobre cómo proceder. Al no solicitarse datos de ningún tipo, es imposible identificar o localizar de forma alguna a ningún usuario.
El Gobierno advierte que la app está desarrollada bajo estrictos estándares de privacidad. De esta manera, ningún usuario puede ser identificado o localizado porque no hay dato alguno registrado y porque todo el proceso se desarrolla en su teléfono sin salir hacia ningún servidor.