El Gobierno quiere elevar el gasto en innovación hasta el 4% del PIB para el año 2050
En estos momentos este gasto apenas alcanza el 1,3% del PIB y es uno de los lastres de la economía española.
20 mayo, 2021 13:02Noticias relacionadas
Quizás el gran objetivo del Plan España 2050 presentado por Pedro Sánchez es generar un país y una economía "más productiva para crecer mejor". En este sentido, uno de los grandes objetivos es elevar el gasto público en I+D hasta el 4% del PIB. El dato es relevante porque en estos momentos apenas llega al 1,3% y en la mayoría de las economías desarrolladas se sitúa entre el 2% y el 3%.
El objetivo es que entre 2030 y 2050, los esfuerzos en I+D deberán acentuarse, con el fin de que España se convierta en un referente europeo en este campo. Esto supone que en 2030 el porcentaje sea del 3% y en 2040 sea del 3,5%.
Para ello, se propone estructurar adecuadamente los sistemas de ayudas a la inversión otorgados por la Administración pública para mejorar la eficiencia en la asignación de recursos, mediante una evaluación previa y posterior de la situación financiera e incrementar las ayudas directas siempre que sea necesario para el éxito del proyecto.
Se propone además mejorar el sistema de gobernanza multinivel en el campo de la innovación, con el objetivo primordial de coordinar las iniciativas de innovación del país y orientarlas a misiones estratégicas que aprovechen los ámbitos de oportunidad que emerjan (detección de nuevos mercados), siguiendo los propósitos acordados en la UE.
También se propone potenciar la investigación científico-tecnológica en las universidades y su transferencia al tejido productivo. Para ello, habrá que aumentar considerablemente los recursos que el sistema universitario destina a la investigación; apoyar la creación de spin-offs y start-ups universitarias; y fomentar la creación de consorcios entre las universidades y administraciones con personalidad jurídica propia.
La idea es incrementar la dotación económica y establecer un sistema de incentivos adecuado para el fomento de centros de excelencia de referencia internacional, que faciliten el retorno y la retención del talento nacional, así como la captación del extranjero.
Se promoverá la creación de una red de hubs de innovación en sectores económicos donde se han detectado nichos de mercado con potencial de crecimiento e internacionalización, siguiendo la iniciativa europea de los European Research Area (ERA) hubs.
Para incentivar y facilitar la adopción tecnológica se propone diseñar e implementar un plan integral de ayuda a la transformación digital, adaptado a las necesidades de cada sector y tamaño empresarial, con foco especial en los autónomos (subvenciones a la compra de equipos o itinerarios formativos de habilidades digitales en función de necesidades).
También se propone relanzar la inversión en infraestructuras digitales (red de fibra, tecnología 5G, autovías inteligentes), acceso a la digitalización de sectores transversales estratégicos, reducir la incertidumbre asociada a la digitalización (regulación) y los problemas de ciberseguridad.
Se prevé crear una plataforma digital integral de gestión administrativa para pymes y autónomos, que coordine y agilice los trámites requeridos por la Administración pública para la obtención de ayudas, subvenciones y licitaciones. y fomentar la incorporación de robots en nuestro tejido productivo, algo que ayudará a aumentar la productividad y a generar nuevos empleos.
Respecto de los otros objetivos de este compenente se encuentra reducir la brecha de renta per cápita que nos separa de la UE-8 a un 10% en 2050 y elevar la productividad laboral de nuestra economía de aquí a 2050 hasta acercarnos a los niveles de los países de la UE-8, esto es hasta los 63 euros.
También se quiere aumentar la tasa de empleo del 62% al 80% (niveles actuales de los países más avanzados de Europa) antes de mediados de siglo; incrementar el tamaño medio de nuestras empresas, equiparándolo con el de la media de la UE-8 antes de 2050 (35%) y reducir el peso de la economía sumergida hasta situarlo, al menos, en niveles similares al de los países más desarrollados de la UE de aquí a 2050, esto es solo al 10%.
Para tener una economía competitiva, dice el plan, será imprescindible mejorar el funcionamiento del mercado de trabajo. Habrá que reducir la tasa de paro y la temporalidad no deseada, y aumentar considerablemente la tasa de empleo, "sobre todo en aquellos colectivos en los que hoy registramos la mayor brecha con los países de la UE-8: mujeres, jóvenes, y mayores de 55 años".
Se quiere favorecer el acceso a la innovación tecnológica por parte de las pymes y los autónomos, a través de la creación de institutos públicos especializados en proporcionar transferencia de conocimientos, tecnología e innovaciones, en aras de impulsar el crecimiento empresarial.
Poner en marcha un programa de apadrinamiento y colaboración entre empresas grandes y medianas orientado a la transferencia de conocimiento sobre gestión empresarial y buenas prácticas, así como al desarrollo conjunto de nuevos productos y servicios.
Fomentar el desarrollo de fuentes de financiación empresarial alternativa a la bancaria, con especial foco en la inversión en capital riesgo en ámbitos estratégicos, que facilite el desarrollo de proyectos tanto en sus fases iniciales como en las de crecimiento y expansión.