La crisis energética en la que se encuentra inmersa Europa desde hace meses por la guerra en Ucrania ha provocado que distintos países del Viejo Continente se estén planteando la posibilidad de llevar a cabo cortes planificados en la red eléctrica. De hecho, gobiernos como los de Francia o Reino Unido ya están preparando planes de contingencia que contemplan la suspensión del servicio de electricidad durante varias horas. 

Unos planes en los que se tiene en cuenta que estos apagones tengan el menor impacto posible en las infraestructuras y los servicios críticos, como pueden ser hospitales, fábricas, servicios públicos o plantas de producción de alimentos, pero que no necesariamente incluyen las redes de telecomunicaciones en esta categoría. 

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Por este motivo, la patronal de las operadoras europeas ETNO y la Asociación Europea de Números de Emergencia (EENA por sus siglas en inglés) han enviado una carta a la CE para pedir que también se incluya a las redes de telecomunicaciones dentro de los sectores prioritarios que deben ser protegidos en caso de apagones eléctricos programados.

Pese a que acogen "con satisfacción" el fuerte y decisivo "liderazgo" que ha demostrado Bruselas a la hora de limitar los impactos de la crisis energética, ambas asociaciones muestran su preocupación por el hecho de los países no estén teniendo en cuenta el papel fundamental que desempeñan las telecomunicaciones, especialmente en caso de emergencia. 

Banderas de la Unión Europea (UE) en los exteriores de la sede de la Comisión Europea (CE) en Bruselas.

En su carta, dirigida a Roberto Viola y Juul Jorgensen, directores generales de Comunicaciones y Energía de la CE, respectivamente, ETNO y EENA advierten de que si las redes de telecomunicaciones se ven afectadas por esas interrupciones planificadas del suministro eléctrico, los ciudadanos correrían el riesgo de no tener acceso a los servicios de comunicaciones mientras duren dichos cortes.

"Una interrupción del acceso a los servicios de comunicación, incluidos los de emergencia, supone una situación extremadamente preocupante", inciden. Además, alertan de que contravendría la obligación de los Estados miembros de proporcionar acceso ininterrumpido a las comunicaciones de emergencia, tal y como recoge el Código Europeo de las Comunicaciones Electrónicas.

Protección de las redes

Por otro lado, los firmantes apuntan que esta protección debe incluir tanto las redes fijas como las móviles. De hecho, pone el foco en garantizar el funcionamiento de estas últimas, ya que los dispositivos que se conectan a ellas funcionan con baterías y no se ven directamente afectados por un posible corte de electricidad. 

Ante esta situación, aseguran que ampliar el servicio de suministro alternativo con el que cuentan las propias compañías para garantizar la continuidad de las redes en caso de interrupción "no es una opción". Así, explican que no solo sería algo "extremadamente costoso", sino que también llevaría años. "Si es que fuera factible debido a una serie de obstáculos prácticos y administrativos", apostillan.

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Además, agregan que, según su propia experiencia, las baterías y los generadores diésel que se suelen colocar en las estaciones base móviles para garantizar su suministro son "un blanco fácil para el vandalismo y el robo" y sus costes de mantenimiento son elevados.

Por todo ello, ETNO y EENA hacen llamamiento a la CE para que trabaje junto con los Estados miembros con el fin de garantizar que, en caso de se produzcan cortes de electricidad planificados, "las redes de telecomunicaciones se coloquen en listas prioritarias para garantizar la continuidad del servicio y, por lo tanto, el acceso a las comunicaciones de emergencia".

Servicios de emergencia

Respecto al caso concreto de los servicios de comunicaciones de emergencias, categoría en la que están englobados los números 112, EENA recuerda que ya están considerados como "infraestructura crítica" y, por lo tanto, es obligatorio que se adopten todas las medidas posibles para evitar que se vean afectados por cortes de energía.

Sin embargo, desde la asociación recuerdan que el acceso a estos servicios de emergencia depende en gran medida de las redes de telecomunicaciones, que, por el contrario, no siempre son consideradas como un servicio esencial.

Sala de Emergencias del 112 de Castilla y León.

Así, advierte de que esto puede provocar, por ejemplo, que los ciudadanos que sufran un paro cardíaco o tengan un accidente de coche no puedan contactar con el 112. O que las autoridades de protección civil no puedan advertir a toda la población sobre una amenaza inminente o un desastre natural a través de los sistemas de alerta pública.

"EENA está profundamente preocupada por las consecuencias de tales apagones en la seguridad pública. Se debe salvaguardar la continuidad del acceso a los servicios de emergencia en caso de cortes de energía eléctrica", concluye.