Interior de la sede de Vodafone España en Madrid.

Interior de la sede de Vodafone España en Madrid. Vodafone

Tecnología

Año negro para el empleo en las 'telecos': más de 5.000 salidas dejan las plantillas de las operadoras "en el hueso"

A los ajustes ya aplicados o anunciados por Telefónica, Avatel y Vodafone-Zegona, podrían sumarse salidas en Masorange tras la fusión.

16 junio, 2024 01:37

2024 será recordado como un año negro para el empleo en el sector español de las telecomunicaciones. Y eso que todavía no hemos alcanzado el ecuador del ejercicio. Más de 5.000 trabajadores han salido o saldrán de las principales operadoras del país y dejarán más mermadas aún unas plantillas que, según los sindicatos, ya están "casi en el hueso" por los ajustes de empleo que se han producido en los últimos años. 

El más reciente ha sido el anuncio esta misma semana de un despido colectivo en Vodafone España que afectará a 1.198 empleados. Zegona no ha esperado ni dos semanas desde que se hiciera con el control de la operadora española para llevar a cabo un duro recorte de empleo que, inicialmente, afectará a más de un tercio de la plantilla.

Un ajuste muy similar al que el pasado 5 de junio acordó la dirección de Avatel Telecom con los sindicatos UGT, Fetico y CCOO. La operadora especializada en el ámbito rural verá reducida su plantilla en 674 trabajadores, un 21% menos de los anunciados inicialmente, después de haber crecido con fuerza en los últimos años a través de numerosas adquisiciones. 

En cifras absolutas, el ERE más numeroso fue el que pactó Telefónica con los representantes de los trabajadores a principios de año y que afectó a 3.420 personas. No obstante, a diferencia de lo que ocurrió con Avatel, todas las salidas fueron voluntarias y sólo pudieron acogerse al proceso los mayores de 56 años

Si se suman la cifra de afectados por los despidos colectivos ya cerrados en Telefónica y Avatel y las salidas propuestas por Vodafone (aunque es previsible que el número se reduzca en las negociaciones con los sindicatos), el sector de las telecomunicaciones español destruirá cerca de 5.300 puestos de trabajo este año.

Acto de presentación de MásOrange ante la plantilla celebrado en el Wizink Center (Madrid)

Acto de presentación de MásOrange ante la plantilla celebrado en el Wizink Center (Madrid) MásOrange

Unos datos que podrían ser mayores si finalmente Masorange lleva a cabo algún tipo de ajuste de empleo. La empresa surgida de la fusión de Orange y MásMóvil ha asegurado que no habrá despidos traumáticos derivados de la operación, pero sí ha dejado la puerta abierta a un posible plan de bajas voluntarias.

Algo que dan por descontado en los sindicatos y en los mercados dadas las duplicidades de puestos de trabajo que se derivan habitualmente de este tipo de procesos de fusión. En la actualidad, la plantilla de Masorange supera los 8.500 profesionales. 

Ajustes históricos

Los ajustes de empleo en el sector de las telecomunicaciones han sido una práctica constante en las últimas décadas, aunque es cierto que pocas veces habían coincidido en un mismo año tantos ERE con un número tan elevado de afectados. Así, los alrededor de 5.300 puestos que se destruirán suponen casi una cuarta parte de las 24.000 posiciones que se perdieron en el sector entre 2008 y 2023.

Todas las grandes operadoras del país han llevado a cabo procesos de ajustes de plantilla en estos años. Aunque hay que reconocer que en su gran mayoría fueron prejubilaciones o salidas voluntarias y se ofrecieron unas condiciones mejores de las que se correspondían por ley. Y todos ellos fueron acordados con los representantes de los trabajadores.

Además, han creado nuevos puestos de trabajo como consecuencia de las nuevas competencias que se han ido demandando a medida que iban apareciendo nuevas tecnologías o servicios. No obstante, también es cierto que estos empleos de nueva creación no siempre han compensado los recortes que han tenido que hacer para adaptar su personal laboral a sus necesidades.

El ERE de Vodafone será el quinto que ejecuta la operadora española en 11 años. Y si se mantienen las cifras anunciadas por la compañía propiedad de Zegona será el que mayor afectación tenga de todos, superando al llevado a cabo en 2015 tras la compra de Ono. Por aquel entonces abandonaron la empresa 1.209 profesionales.

Sede de Telefónica en Madrid.

Sede de Telefónica en Madrid.

 

En el caso de Telefónica, la empresa llevó a cabo tres Planes de Suspensión Individual (PSI) consecutivos (2015, 2019 y 2021), a los que acogieron más de 11.300 trabajadores. Hay que remontarse a 2011-2013 para encontrar el último ERE realizado por Telefónica antes del de 2024. A lo largo de dos años, salieron de la compañía un total de 6.830 empleados. Anteriormente, entre 2003 y 2008, distintos despidos colectivos provocaron la marcha de unas 14.000 personas.

Por su parte, Orange es la que menos ajustes ha realizado en España en los últimos 15 años. En concreto, ha llevado a cabo tres Expedientes de Regulación de Empleo (2008, 2016 y 2021), todos ellos compuestos por salidas voluntarias, que redujeron su plantilla en 1.435 personas. 

Motivos

Sindicatos y empresas coinciden en gran medida en cuáles son los motivos que pueden estar detrás de esta permanente crisis laboral que vive el sector español de las telecomunicaciones. Eso sí, difieren en la forma que tienen las operadoras de responder a estos problemas, ya que, según critican los representantes sindicales, el peso de la solución siempre recae sobre los trabajadores. 

Detrás de estos ajustes de plantilla están las dificultades de las compañías para generar ingresos y mejorar sus rentabilidades en un sector marcado por una excesiva competencia. Tanto de los operadores de telecomunicaciones virtuales, que usan las redes de las grandes para prestar servicios a precios muy bajos, como de los nuevos actores del mundo digital.

Un escenario al que, aseguran, se ha llegado por una regulación tanto en España como en Europa que ha primado la competencia en precio y que ha perjudicado a aquellas compañías que invierten y que generan riqueza y empleo de calidad en el país. En declaraciones a EL ESPAÑOL-Invertia, fuentes de UGT inciden en que el sector español es deflacionista desde años, algo que ha podido beneficiar a los consumidores pero no a las empresas del sector. 

"Las empresas empiezan a tocar hueso por culpa de la guerra de precios a la que han llevado con esta regulación", inciden. Y es que las operadoras que sí invierten y generan riqueza se han visto obligadas para poder competir a entrar en esta guerra de precios que está llegando a "niveles insostenibles" y acelerando los recortes de personal. 

ERE de Vodafone

En el caso más reciente, en UGT señalan que pueden entender que Zegona quiera modificar la forma de trabajar en Vodafone, ya que la aplicada hasta ahora por sus anteriores propietarios era un poco "burocrática". Sin embargo, afirman que un ajuste de 1.200 personas va más allá de un cambio organizativo y operativo y supone castigar a una plantilla que ha hecho un "sobreesfuerzo" en los últimos años. 

Por su parte, desde CCOO coinciden en que la masa laboral de Vodafone España ya está "bastante ajustada" tras los ERE que se han llevado a cabo recientemente por motivos como fusiones, digitalización o reorganización. Además, critican la rapidez con la que Zegona ha decidido ejecutar el ajuste de plantilla y avisan de que, si las salidas no son voluntarias, no habrá acuerdo.

Otro aspecto que preocupa a los dos sindicatos además de los afectados por el despido colectivo es la situación de aquellos que se queden en Vodafone tras este proceso. Y es que con una plantilla que ya está bajo mínimos, tendrán que sacar adelante todo el trabajo de una empresa de un sector que es estratégico para el país. Y puede que para ello tengan que bajar la calidad del servicio que ofrecen al cliente. 

Asimismo, también ponen valor que estos puestos de trabajo son de calidad, con el beneficio que esto tiene para el país. De hecho, desde UGT señalan que la única teleco que está creando empleo actualmente es Digi y sus relaciones laborales se rigen por los convenios sectoriales, lo que suele conllevar peores condiciones para la plantilla que si tuviera un convenio de empresa.