Un tanto excéntrico y alocado, el consejero delegado de Ryanair, Michael O’Leary, también es considerado en el mundo de la aviación como un gurú. Ya ha acertado en varias ocasiones a la hora de lanzar aerolíneas al abismo de la quiebra, la última fue Flybe. Y ahora se aventura con hacer previsiones sobre cómo lucharán las aerolíneas contra el Covid-19 para llenar sus aviones.
Sí, la seguridad será algo importante. De hecho, la Agencia Europa de Seguridad Aérea (EASA, por sus siglas en inglés) ya ha emitido algunas recomendaciones que se suman a las realizadas por Bruselas. Pero no nos referimos a eso, sino a las tarifas. O’Leary vaticina una guerra de precios entre las compañías tradicionales y las de bajo coste como la suya.
El CEO de Ryanair espera que el tráfico en horarios de vuelos reducidos "esté sujeto a importantes descuentos en los precios, y ventas por debajo del coste de estos transportistas con enormes ayudas estatales". Así lo advirtió el mismo día en que anunció que la low cost irlandesa registrará pérdidas de 200 millones de euros en el próximo trimestre (entre abril y junio).
De hecho, cree que "el panorama competitivo en Europa se verá distorsionado por las ayudas estatales, en virtud de las cuales se han otorgado más de 30.000 millones al grupo Lufthansa, Air France-KLM, Alitalia, SAS y Norwegian, entre otros", criticó.
¿Bajarán los precios?
Independientemente de las ayudas estatales que hayan recibido las aerolíneas, lo cierto es que la gran mayoría se están preparando para operar vuelos en junio y julio, incluyendo determinados destinos de España en sus planes de vuelos. Son los casos de Lufthansa con Mallorca o Easyjet con Barcelona, entre otros.
Y en el diseño de los planes de las compañías aéreas entran en juego varios factores a tener en cuenta por los expertos consultados por este medio, como la apertura de fronteras entre países, corredores aéreos y cuarentenas impuestas, como la ya anunciada desde el 15 de mayo por España a turistas, pero solo hasta julio porque el Gobierno español abrirá fronteras a partir de este mes para extranjeros.
Además, de cara al pasajeros, el miedo psicológico al contagio y la situación económica de muchos ciudadanos que podrían perder su empleo también marcarán el futuro de los precios de los billetes o, simplemente, las ganas de volar de los usuarios.
Teniendo en cuenta estos aspectos, esa guerra de precios para atraer a los usuarios como la que vaticina O’Leary es una realidad. Además, ya ocurrió en la anterior crisis económica, donde precisamente las aerolíneas low cost explotaron su negocio y las grandes como Iberia o Lufthansa tuvieron que copiar dicho modelo lanzando Iberia Express y absorbiendo AirBerlin, respectivamente.
Crisis de liquidez
Muchas de ellas podrán aguantar el tirón de precios del bajo coste como Ryanair; pero no todas podrán hacerlo por la crisis de liquidez que ha vivido el propio sector con el 90% de las flotas en tierra durante meses. Además, todas tendrán que hacer frente a los costes de la ‘nueva normalidad’ a bordo y recortar en el plano laboral a golpe despidos; algo que ya están anunciando.
De hecho, hasta las propias low cost podrían tener problemas si no consiguen, por ejemplo, que los ingresos suplementarios como la venta de servicios a bordo se incrementen. En el caso de Ryanair, estos suponen un tercio de su facturación.
Y, ¿qué pasará en la época poscoronavirus si las medidas de seguridad impiden algunos servicios a bordo? Probablemente, en el caso de la irlandesa, tendrán que buscar otra fuente de ingresos para poder seguir ofreciendo precios bajos.
Pero para todas aquellas que no puedan conseguir una rentabilidad con precios competitivos en un escenario complicado e incierto, O'Leary ya tiene la respuesta en su bola de cristal: las quiebras se convertirán en un final fatal para muchas.