La orden de cerrar las discotecas en toda España anunciada por el Gobierno -en acuerdo con las CCAA- ha caído como un jarro de agua fría en el sector del ocio nocturno, que la califica de “absolutamente desproporcionada” por el fuerte impacto económico que tiene.
“Las medidas que han tomado el Gobierno y CCAA no parecen absolutamente desproporcionadas. Acusarnos a nosotros de ser el principal foco de rebrotes es una absoluta temeridad. No estamos de acuerdo”, señala a Invertia Ramón Mas, presidente de la Federación Nacional de Empresarios de Ocio y Espectáculos, quien reconoce que están “cabreados e indignados porque no se puede tratar así a un sector tan importante para el turismo”.
Desde la asociación recuerdan que el 60% de sus empresas llevan cerradas desde marzo y el 40% abrieron en “malas condiciones”, es decir, con aforo reducido, sin usar pistas de bailes y restricciones de horario severas.
De ahí que Mas asegure que “es indignante que el Gobierno haya vuelto a cerrar el sector sin contar con las patronales y sin hablar de subvenciones", especialmente teniendo en cuenta que se trata de "un sector que mueve 200.000 empleos directos, es el 1,8% del PIB, somos más de 25.000 negocios y miles de empresas que dependen de nosotros”.
En este sentido, amenazan con acudir a los tribunales como única opción. “La última solución que nos queda es ir a los tribunales para que los jueces nos den la razón y reclamar a las CCAA un plan de rescate y al ministerio de Turismo”, apunta.
Plan de rescate en Madrid
Pedir un plan de rescate es algo que ya han hecho varias asociaciones. Cuando Madrid puso en marcha las restricciones al ocio nocturno hace unas semanas, las asociaciones pidieron un Plan de Rescate para sector recreativo, ya que se enfrentan al colapso generalizado de sus empresas que necesitan recursos económicos inmediatos para hacer frente al pago de sus alquileres que asciende a 12,5 millones de euros al mes, y que ya supone una deuda de 60 millones de euros para las pymes del sector.
Estas asociaciones también propusieron un registro sanitario digital para identificar al público de los locales de ocio, con un aforo superior a 200 personas. De esta manera, se logra llevar a cabo facilitar la trazabilidad y seguimiento de la epidemia. Un registro que estaría solo a disposición de las autoridades sanitarias y que sería encriptado, de manera que ni siquiera las propias salas tendrían acceso a los datos. Medida que quedó guardada en un cajón.