El gestor aeroportuario Aena ha sacado a concurso el servicio de seguridad de los aeropuertos que conforman la red, divididos en dos lotes (aeropuertos de más de 400.000 pasajeros y de menos de 400.000) por un valor total de 458 millones de euros. Se trata de un servicio que en los últimos años ha estado ensombrecido por las huelgas de los trabajadores.
Según las condiciones del primero de los concursos, el importe estimado del contrato neto es de 438.484.335 euros. Este engloba a 22 aeropuertos de la red de Aena con más de 400.000 pasajeros. Este expediente está formado por el servicio de seguridad de 22 aeropuertos, dividido en 26 lotes individuales, que se licitarán agrupados en 12 lotes de adjudicación. Entre ellos, están separados por lotes únicos el aeropuerto Adolfo Suárez Barajas (Madrid) o el aeródromo Josep Tarradellas Barcelona El Prat.
El segundo lote, con un importe estimado de 19.872.211 euros, cubrirá los servicios de seguridad de 20 aeropuertos de Aena con menos de 400.000 pasajeros. Entre ellos, se encuentran el de Albacete, Córdoba o San Sebastián.
En ambos lotes, el plazo para la presentación de ofertas concluye el próximo día 19 de octubre. La duración del servicio será de dos años, con un máximo de una prórroga de un año.
Estos contratos, principalmente, comprenden las tareas de inspección de pasajeros también incluye la gestión eficiente de los filtros de seguridad y de acceso a zonas restringidas de seguridad establecidas en el aeropuerto; la gestión de las consignas, oficinas de objetos perdidos, Salas de Autoridades (o salas VIP), la inspección del equipaje de bodega o la realización de las patrullas perimetrales o atención a incidencias, entre otras.
Polémico servicio
Esta cifra es superior a la del anterior contrato, que fue adjudicado en abril de 2018 por dos años prorrogables y un importe de 334,6 millones de euros para los aeropuertos con mayor tráfico de pasajeros y más de 10,8 millones a los de menos de 400.000 pasajeros.
No obstante, los últimos años este servicio ha estado marcado por las huelgas de los trabajadores, especialmente en los aeropuertos de Barajas y El Prat, donde Ilunion, Eulen y Trablisa eran las empresas adjudicatarias. De hecho, algunos de estos paros llegaron a bloquear los aeródromos teniendo la Guardia Civil que sustituir a las empresas de seguridad privada en sus labores.