Con la llegada de la vacuna se ve la luz al final del túnel en el sector turístico. Aunque la recuperación será lenta, volveremos a viajar, pero no lo haremos de la misma forma. Los expertos vaticinan que se producirán cambios en lo relativo a las medidas de seguridad y distanciamiento social, y también en materia de digitalización de los procedimientos, según el Informe de Temporada 2020/2021 del Observatorio Nacional del Turismo Emisor (ObservaTUR).
Respecto al comportamiento futuro de los clientes para el próximo año, el grupo más importante de viajeros en los primeros compases estará conformado por personas con edades comprendidas entre los 35 y 50 años, que se desplazarán en familia y en pareja. Reservarán viajes de cinco y siete noches, o menos, con hotel y, aunque de un modo menos mayoritario, elegirán trasladarse en avión.
Los deseos de viajar de la población -que han permanecido latentes durante todo el tiempo de emergencia de salud- y la existencia de ofertas de viajes muy atractivas pueden acelerar el ritmo de la recuperación, según los profesionales de las agencias.
Por ello, bajar los precios podría ayudar, en parte, al sector. “Uno de los objetivos es incentivar los viajes por lo que sería bueno, pero entrar en una guerra de precios es nefasto para el margen”, apunta José Luis Méndez, presidente de la Asociación Nacional de Agencias de Viaje.
¿A dónde viajaremos?
Las playas nacionales, tanto peninsulares como las islas, junto con las capitales europeas son los destinos que, desde las agencias, creen que serán los primeros en recuperarse. También se sitúan en una posición ventajosa para una proporción considerable de agencias el Caribe, los destinos rurales y los espacios naturales.
Se tienen las peores expectativas sobre parques temáticos y viajes de larga distancia: la mitad de los agentes o más señalan estos dos destinos como los últimos en recuperarse. También los cruceros y los viajes de nieve son señalados por una proporción considerable de agentes como los últimos en recuperarse tras la pandemia.
Tecnología y sostenibilidad
El importante papel que en el futuro tendrá la flexibilidad del viaje en la contratación es prácticamente unánime entre las agencias. También para la mayoría serán más importantes las garantías sanitarias, se buscarán viajes más responsables con el medioambiente y se retrasarán las reservas como consecuencia del temor a rebrotes.
No es tan evidente que vaya a aumentar la necesidad de información sobre el viaje y el destino, aunque prácticamente seis de cada diez agentes de viaje creen que será así, según el estudio.
Por otro lado, la tecnología está llamada a ser un acelerador. Es el caso, por ejemplo, de la preocupación por la huella digital de sus viajes o su creciente digitalización y conectividad, que entienden que son imparables.
De igual manera consideran fundamental contar con todas las garantías posibles en materia de seguridad e higiene y disponer de información veraz, clara y objetiva de los destinos.
Las posibilidades que brinda la tecnología, y las condiciones cambiantes que se producen a diario en lo referido a la situación sanitaria, por otra parte, generarán cambios a la hora de realizar reservas, que se efectuarán con menor antelación y con suficientes garantías.