La hostelería española concluyó 2020 con unas pérdidas de 70.000 millones de euros en la facturación, alrededor del 50% de sus ventas, y con el cierre definitivo de 85.000 bares y restaurantes por el impacto de la crisis sanitaria del coronavirus.
"El sector está en un momento crítico y atravesando su peor momento histórico. Cerramos 2020 con una reducción del 50% de la facturación. Esto es dramático para un colectivo tan fragmentado", ha avanzado el secretario general de Hostelería de España, Emilio Gallego, en la inauguración del foro 'Meet the Beer'.
En concreto, el sector ha destacado la pérdida de empleos, ya que actualmente hay 360.000 trabajadores se encuentran en situación de ERTE, mientras que calculan que se han perdido 300.000 de manera completa. "Creemos que unos 85.000 establecimientos han cerrado ya definitivamente y lamentablemente todavía no se ha tocado fondo", ha advertido Gallego.
"Chivo expiatorio"
Ante las nuevas restricciones y los cierres permanentes de locales en diferentes comunidades autónomas, Hostelería de España advierte de que las empresas "están muy debilitadas" y se encuentran en un "momento crítico y difícil" con esta tercera ola.
Gallego ha lamentado que bares y restaurantes sean los señalados en esta crisis, por lo que Hostelería de España pondrá en marcha la próxima semana una nueva campaña, 'Un año de restricciones pagando los platos rotos'. "Sentimos que se ha focalizado en la hostelería de forma injusta. Las Administraciones no han hecho lo que tenían que haber hecho y ahora lo estamos vemos con las vacunas", ha denunciado.
"Se ha elegido a la hostelería como un sector muy visual, porque no hay calle en España sin bares, para parecer que son muy drásticos y se lucha mucho contra el virus. Somos un chivo expiatorio y ejemplificador de lo que no se ha hecho con otros sectores", ha lamentado. De esta forma, Gallego no duda en volver a "exigir" las innecesarias y urgentes "ayudas directas" que llevan solicitando en los últimos meses.
Ayudas directas y más ERTE
"En la primera etapa nos preocupa la reducción de costes y nos centramos en la financiación y en los ERTE. Ahora, los problemas de liquidez son de solvencia, por eso, exigimos, ya que durante décadas este sector lo ha dado todo y no ha pedido nada, solidaridad y compensación. Necesitamos ayudas directas que permita sobrevivir a las empresas y tan pronto como sea posible, con la vuelta a la actividad, necesitaremos medidas de reactivación de la demanda", ha subrayado.
Por su parte, el director general de Cerveceros de España, Jacobo Olalla, ha reconocido el fuerte impacto que tiene en la producción de las cerveceras en 2020 el cierre de la hostelería, ya que el 70% del consumo de la cerveza se lleva a cabo en bares y restaurantes.
De esta forma, Olalla no duda en instar a las Administraciones a dar "ayudas" a la hostelería. "En muchos países de Europa han cerrado la hostelería, pero pagan. Aquí si te expropian algo en un estado de derecho hay que indemnizar, hay que ayudar porque es una decisión que viene impuesta por las autoridades", ha recalcado.
El directivo ha señalado que el sector cervecero está "priorizando" en el mantenimiento del empleo. "Lo que no sé cuánto tiempo podrán mantenerse así, porque dependerá mucho de su músculo financiero, pero su prioridad es la salud y el mantenimiento del empleo de sus trabajadores", ha reiterado.
Por eso, el director general de Cerveceros de España se ha congratulado de la ampliación de los Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) hasta mayo. "Los ERTES han sido una prioridad para la hostelería y los sectores dependientes. Ahora se ha conseguido la prórroga hasta mayo, pero creemos que habrá que prorrogarlos más", ha señalado.