La petrolera anglo holandesa Royal Dutch Shell registró pérdidas de 21.680 millones de dólares (18.083 millones de euros) en 2020, frente al beneficio neto de 15.842 millones de dólares (13.214 millones de euros) contabilizado el año anterior. Es la consecuencia del impacto multimillonario de las amortizaciones realizadas por el deterioro en el valor de activos de la compañía.
En concreto, la multinacional contabilizó un impacto adverso de 28.061 millones de dólares (23.402 millones de euros) por amortizaciones de activos. Contrasta con el cargo de 4.155 millones de dólares (3.465 millones de euros) asumido en 2019, incluyendo un ajuste negativo en la valoración de activos de 3.344 millones de dólares (2.789 millones de euros) en el cuarto trimestre de 2020.
El resultado atribuible a Shell a costes corrientes de suministro en el conjunto del pasado ejercicio arrojó pérdidas de 19.922 millones de dólares (16.617 millones de euros), frente a las ganancias de 15.270 millones de dólares (12.736 millones de euros) de 2019.
De su lado, la cifra de negocio de la petrolera anglo holandesa en 2020 alcanzó los 183.196 millones de dólares (152.803 millones de euros), un 48% por debajo de los ingresos de la compañía en todo 2019. Incluye una caída del 47% en la facturación del último trimestre de 2020, hasta 45.028 millones de dólares (37.556 millones de euros).
Entre octubre y diciembre, Shell registró pérdidas de 4.014 millones de dólares (3.348 millones de euros), frente a las ganancias de 965 millones de dólares (805 millones de euros), registradas en el cuarto trimestre de 2019. A costes corrientes de suministro contabilizó un resultado trimestral negativo de 4.478 millones de dólares (3.735 millones de euros), frente al beneficio de 871 millones de dólares (726 millones de euros) un año antes.
"Salimos de 2020 con un balance más sólido, listos para acelerar nuestra estrategia", declaró el consejero delegado de Royal Dutch Shell, Ben van Beurden, quien subrayó el compromiso de la compañía con una política de dividendos progresivos por lo que confía en poder elevar un 4% el dividendo por acción del primer trimestre de 2021.
En este sentido, la multinacional anunció que abonará un dividendo provisional correspondiente al cuarto trimestre de 2020 por importe de 0,1665 dólares y que espera abonar un dividendo trimestral con cargo a los tres primeros meses del ejercicio 2021 de 0,1735 dólares, lo que supondría un aumento del 4,2%.