El 1 de marzo es la fecha en la que está prevista el comienzo de la desescalada en la Comunidad Valenciana. Así que hay más de un mes de margen, hasta el 28 de marzo (Domingo de Ramos), para “relajar” las medidas restrictivas adoptadas desde el pasado mes de octubre por la Generalitat. Todos los sectores económicos ya trabajan en la posible reactivación, pero se desconoce qué podrán ofrecer a sus tradicionales visitantes nacionales.
Desde el pasado 30 de octubre, la comunidad tiene sobre sí un cierre perimetral que impide los desplazamientos dentro y fuera de la región, salvo casos justificados (trabajo, tratamientos médicos o cuidado de dependientes). Desde el 19 de enero, a esta medida se ha sumado el cierre total de la hostelería. El comercio, por su parte, sólo puede abrir hasta las 18 horas. Nueve días después se decretó el cierre perimetral de las ciudades de más de 50.000 habitantes de la comunidad durante los fines de semana.
La consejera de Sanidad, Ana Barceló, ha declarado este miércoles en una entrevista en Espejo Público que la desescalada debe hacerse con "cautela y prudencia" porque "el virus no está controlado" y "una apertura rápida puede suponer un cierre rápido". Estas declaraciones se producen cuando la incidencia acumulada ya se sitúa por debajo de los 500 casos por 100.000. El objetivo prioritario es bajar a los 50 casos.
Hoteles
Desde Hosbec, la patronal hotelera más importante de la Comunidad Valenciana, su secretaria general, Nuria Montes, confía en la posibilidad de acoger a los clientes nacionales durante el próximo periodo vacacional. “Siempre y cuando la situación sanitaria lo permita”, matiza. Y es que si se levanta el cierre perimetral que sufre la región desde hace cuatro meses sólo con el mercado nacional y el propio de la comunidad se podría reactivar en un 30 o 40% la oferta del sector.
“Los turoperadores internacionales ya han avisado de que no comenzarán a contratar, como mínimo, hasta después de Semana Santa. Y aunque muchos hoteles están abiertos, sólo podemos empezar a hablar de recuperación si podemos contar con el mercado interior. Estamos preparados y se ha demostrado que cumplimos con todas las garantías sanitarias, que no se producen casos de contagios en nuestros establecimientos”, asegura Montes.
La actividad hotelera depende, en cualquier caso, de una oferta hostelera y comercial atractiva para el visitante español. Por eso, tan importante es la apertura del cierre perimetral regional como el de las ciudades y el relajamiento de las medidas restrictivas en el resto de sectores.
La Comunidad Valenciana, y la Costa Blanca en concreto, juega con cartas a su favor. En el actual contexto de pandemia no depende tanto de los vuelos como los destinos insulares de Baleares y Canarias. Y las restricciones, al menos por ahora, son similares en destinos competidores como la Costa del Sol.
Por el momento los hoteleros guardan prudencia. Generalmente, explica Montes, el mercado de Semana Santa es más reticente a las reservas hasta que una o dos semanas antes de la fecha se conocen las previsiones meteorológicas. Aún así, asegura, ya hay clientes que están empezando a reservar dada la flexibilidad de los establecimientos a la hora de las cancelaciones
Además del sector hotelero, muchos madrileños, vascos y castellanos (fundamentalmente) con segunda residencia en las playas de la Comunidad Valenciana, están esperando a conocer la posibilidad real de trasladarse en Semana Santa a sus viviendas.
Hostelería
El pasado martes se constituyó la Mesa de Diálogo entre la Consejería de Sanidad, con Barceló al frente, y la Confederación Empresarial de Hostelería y Turismo de la Comunidad Valenciana (Conhostur). Participaron también la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV), la Federación Ocio, Turismo y Juego (Fotur) y el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer. Entre todos quieren establecer de forma coordinada los criterios de la reapertura de los sectores de la hostelería y el ocio.
Por el momento sólo se ha constituido la mesa, pero según explica Emi Ortiz, secretaria general de Fehpa (la hostería de Alicante), ya se han puesto sobre la mesa las peticiones del sector. En una primera fase, a partir del 1 de marzo, apertura de la hostelería al 100% de ocupación en las terrazas y al 50% en el interior de los locales. Incluso la apertura de las barras siempre y cuando se mantenga una distancia de metro y medio entre cada comensal.
En cuanto a los horarios, piden que se permita abrir bares y restaurantes al menos en el actual horario comercial y en una segunda fase ocio nocturno hasta el ‘toque de queda’. Ahora mismo es hasta las 22 horas.
Incluso han solicitado a la Generalitat que mientras que ellos no puedan operar se impida la venta de alcohol en grandes cantidades por el riesgo de que sea utilizado para botellones y fiestas clandestinas en las casas.