La cadena hotelera Room Mate lleva meses intentando buscar un inversor que cubra la salida de su segunda accionista, Sandra Ortega. Las negociaciones, al parecer, están próximas a cerrarse con un fondo americano que daría a la compañía cierta estabilidad a la espera de recibir un rescate público de 52 millones de euros.
“Queda poco para que se cierre el acuerdo con el fondo”, aseguran fuentes cercanas a la compañía a Invertia-El ESPAÑOL. Este fondo se haría con el 30,7% que está en manos de Sandra Ortega, la hija mayor del empresario gallego Amancio Ortega, a través de su sociedad patrimonial Rosp Corunna, y que hace meses puso a la venta.
Ahora, las negociaciones ya se centran en un único fondo, TPG, según ‘El Confidencial’. La compañía fundada por Kike Sarasola llegó a negociar con inversores asiáticos e ingleses. Negociaciones que no llegaron a buen puerto.
Rescate
En marzo, Room Mate, la cadena hotelera presidida por el empresario Kike Sarasola, solicitó formalmente en torno a 50 millones de euros al fondo gestionado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Finalmente, la cifra se cerró en 52 millones.
De momento, la compañía ya ha enviado información que la SEPI y se mantienen a la espera de que la empresa pública les conteste, tal y como ocurre con muchas otras compañías que han solicitado ayuda pública.
Su situación empezaba a ser complicada; por lo que en abril suscribió un préstamo de 15 millones de euros con Atitlan, el fondo de deuda del yerno de Juan Roig, Roberto Centeno, con el objetivo de salvar el verano y a la espera de la llegada del rescate de la SEPI.
La compañía con visión global e internacional fue fundada en España en 2005 por el empresario Kike Sarasola. Actualmente la cadena de hoteles boutique cuenta con 28 establecimientos.
De estos, 14 se ubican en España y el resto están repartidos por EEUU, Francia, Holanda, Italia Turquía y México, además de siete edificios de apartamentos, en su formato Be Mate, en Madrid, Barcelona, Milán y México.