Lufthansa, Air France, Iberia… los grandes grupos aéreos inician una guerra por TAP, Ita y Air Europa
La compra de la antigua Alitalia se complicó por las elecciones y por el giro del Gobierno italiano con las ofertas recibidas.
25 septiembre, 2022 02:27“Las compañías de pequeño tamaño tienen que moverse en la dirección de la consolidación”. Estas palabras que dijo la semana pasada el CEO de IAG, Luis Gallego, vienen a reflejar la situación actual del sector aéreo en el que empresas como Air Europa, la portuguesa TAP y la italiana Ita Airways (antigua Alitalia) necesitan entrar en grandes grupos para sobrevivir.
De la misma forma que grupos como Lufthansa, Air France-KLM o IAG necesitan reforzarse con la compra de estas compañías. Y lo necesitan para adaptarse a un nuevo escenario más sostenible y global, así como para fortalecer sus hubs por excelencia.
Con esa premisa de convertir Barajas en un gran hub internacional, Iberia trata desde noviembre de 2019 de hacerse con Air Europa. Tras la Covid y la ruptura del acuerdo inicial con Globalia, la compañía de IAG (British Airways, Iberia, Aer Lingus, Vueling y Level) convirtió hace poco el préstamo de 100 millones otorgado al grupo Globalia. Se hizo, por tanto, con el 20% de la compañía aérea y aspira al 100%.
Pero la compañía se guarda un as en la manga si la operación fracasa. “Si no se puede hacer (la compra de Air Europa) tenemos otra estrategia para ver cómo crecemos en la región y en Latinoamérica”, aseguró Luis Gallego.
Estrategia que no desveló, pero sobre la que sobrevuela la idea de adquirir otra compañía. No hay que olvidar que IAG ya quiso comprar Norwegian, pero sus intentos fracasaron. De hecho, en la pugna por Air Europa también entró Air France para conseguir hacerse con la puerta de entrada a Latinoamérica.
De momento, Iberia descarta la idea de comprar la portuguesa TAP porque está centrada en Air Europa, pero la prensa italiana coloca a IAG entre los candidatos para hacerse con la compañía cuando el Gobierno portugués lance el proceso de privatización.
En la aerolínea también son conscientes de la urgencia del proceso. La consejera delegada de la aerolínea TAP, Christine Ourmières-Widener, dijo esta semana que si la aerolínea, ahora en manos del Estado portugués, pasa a formar parte de un grupo grande de aviación contribuiría a su resiliencia futura.
Más allá de IAG, Air France-KLM y Lufthansa -los otros dos grandes grupos europeos- también están muy interesados en hacerse con la compañía aérea. La prensa portuguesa especula con que Lufthansa, que ya intentó comprarla en 2019, es la aerolínea mejor posicionada, mientras que el grupo franco holandés mostrará batalla.
TAP se ha convertido en una ganga aérea. Hay que tener en cuenta que la compra vendría a fortalecer el hub de Lisboa y daría entrada a un nuevo negocio a la aerolínea compradora: el brasileño, que desde hace años no deja de crecer.
El lío de Ita Airways
Casi la misma batalla que ha habido por hacerse con Ita Airways (antigua Alitalia). Cuando el consorcio formado por el grupo naviero MSC y la compañía aérea Lufthansa parecían tener todas las de ganar, el Gobierno italiano decidió negociar en exclusiva con el consorcio formado por el fondo Certares y las aerolíneas Delta Airlines y Air France-KLM para vender la aerolínea.
La oferta de este consorcio, según medios italianos, sería por alrededor del 50% de la aerolínea italiana. No obstante, Lufthansa respondió diciendo que su oferta era la mejor y que no renunciaba a una compra que cada vez está más lejos. Por ello, la opción de comprar TAP gana terreno ahora.
Para Lufthansa la compra vendría a agrandar su grupo aéreo (Lufthansa, Swiss, Austrian Airlines, Eurowings y Brussels Airlines). Y para MSC sería un complemento a su principal negocio: los cruceros. Con una aerolínea no necesitaría contratar vuelos chárter a otras compañías aéreas para llevar a los cruceristas a los puertos de salida.
Y para Air France-KLM más de lo mismo. La compra ampliaría un grupo formado por la propia Air France y KLM, además de Transavia. Hasta hace poco también tenían la aerolínea Joon, pero la cerraron por la baja rentabilidad de los vuelos de largo radio low cost.
El resultado de las negociaciones y su posterior validación tendrán que esperar a la decisión del nuevo Gobierno italiano tras la renuncia de Mario Draghi como primer ministro. Y eso que el propio Draghi quería dejar zanjada la venta antes de los comicios electorales, que se celebrarán este 25 de septiembre.
Y mientras, al otro lado del Atlántico, se cuece otra gran concentración. Los accionistas de la compañía Spirit Airlines, con sede en Florida, votarán el próximo 19 de octubre sobre la propuesta de adquisición por parte de JetBlue por una cantidad de 3.800 millones de dólares (3.891 millones de euros), que daría lugar a la quinta aerolínea más grande del país norteamericano.