El 21 de abril el FC Barcelona y el Sevilla están citados en el Wanda Metropolitano de Madrid para disputar la final de la Copa del Rey, pero todavía sin un canal de televisión que lo retransmita. El objetivo de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) es lanzar en los próximos días el concurso para adjudicar sus derechos.
EL ESPAÑOL ha confirmado con fuentes del sectorque la RFEF -dueña de los derechos de la competición- quiere vender la final en un paquete con los dos partidos de la Supercopa del próximo año, y en lo posible poder cerrar la venta para las próximas tres temporadas.
Y para ello ya ha puesto precio de salida a todos estos encuentros. El precio del la final rondaría los 3,5 millones de euros, y el paquete completo de la Supercopa, unos cinco millones por los dos partidos. Esto significa valorar los tres encuentros en casi nueve millones, solo por una temporada. En el caso de vender tres cursos, el precio se dispararía por sobre los 25 millones de euros.
Los partidos deben ser emitidos en abierto
No obstante, la Federación y sus asesores son conscientes de que el mercado no está boyante como para exigir un esfuerzo económico de este tipo a las televisiones. Es por ello que valoran dividir este paquete en lotes, para abaratar el coste y, si la situación no pinta bien, suspender las subastas de los dos próximos años con la expectativa de sacar más tajada en los próximos meses.
Todos los partidos deben ser emitidos por Ley en la televisión en abierto, lo que reduce el número de interesados y la capacidad de la Federación de poder elevar la puja. De hecho, en las televisiones consideran que este tipo de partidos son el mejor ejemplo de un derecho deportivo que no puede rentabilizarse económicamente, pero que genera grandes audiencias e imagen de marca.
De hecho, el actual precio de salida es bastante inferior al de otras épocas cuando se llegó a pagar hasta cinco millones de euros por la final de la Copa del Rey. Pese a ello, el encuentro sigue siendo difícil de rentabilizar. Un directivo televisivo comenta a este periódico que, de los 3,5 millones que costaría el partido, solo se podría sacar como máximo un millón de euros en anuncios publicitarios.
Canales interesados
La temporada pasada, la Federación de Fútbol unió la final de la Copa a los partidos amistosos de la selección, un paquete que se quedó Mediaset. Este año, la UEFA ha acabado con los amistosos tras crear la Liga de Naciones, un torneo que se ha adjudicado en España a TVE. Esto ha obligado a buscar nuevas fórmulas.
No obstante, la inversión en publicidad de la televisión no pasa por su mejor momento. El año pasado el sector cerró casi en negativo y aunque en los primeros meses de 2018 se aprecia un moderado crecimiento, las cadenas todavía son cautas con sus presupuestos. Esto hace que la subasta no se realice en el mejor de los momentos y con pocas perspectivas de elevar las ofertas.
Respecto de las cadenas interesadas, hasta el momento la Copa del Rey está siendo emitida por Gol TV y Telecinco. En el mercado no hay duda de que estas cadenas pujarán por los derechos, a las que se sumaría TVE, que tampoco le perdería la pista a estos partidos. El cualquier caso, en el mercado no se espera una puja al alza.
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