Decepcionados, engañados, enfadados, hastiados… Así están los trabajadores de RTVE tras conocer el acuerdo entre el PSOE y Podemos para proponer al periodista Andrés Gil como nuevo presidente de la Corporación. Un nombre que no les convence, pues consideran que no cumple ninguno de los criterios mínimos que vienen reivindicando desde hace meses: independencia, experiencia de gestión y conocimiento de los medios públicos.
Al parecer, la decepción es generalizada en las redacciones de TVE y de RNE, tal como ha podido palpar EL ESPAÑOL en conversación con varios de sus trabajadores. ¿El motivo? Las formas en las que se ha llevado a cabo, con un acuerdo entre dos formaciones políticas (PSOE y Podemos). “Parece un intercambio de cromos”, dice uno de ellos nada más conocer la noticia, “si gobierna el PP ponen ellos el nombre; ahora con los socialistas vuelve a ocurrir lo mismo”, exclama.
Pese a que las formas no han sido las correctas, las fuentes consultadas asumen también que no había otro remedio. “Ten en cuenta que el PP tiene bloqueado el nuevo mecanismo de elección del presidente, y la situación era insostenible. Lo importante es que esta solución sea transitoria”, relata. Es decir, que tienen confianza en que en tres o cuatro meses como muy tarde se ponga en marcha un concurso público que culmine con la elección de un profesional que sea totalmente independiente, capaz, y que ponga en marcha un nuevo proyecto ilusionante para la radio televisión pública.
Las críticas no se centran sólo en la forma en la que ha sido elegido, también creen que no tiene experiencia suficiente como para ponerse al frente de una organización como RTVE. "Aquí tienes un presupuesto que gestionar, distintos centros de trabajo, sindicatos, miles de trabajadores a su cargo". Sin embargo, creen que es necesario "darle un voto de confianza de cara a los próximos meses y, sobre todo, desearle mucha suerte porque de su futuro depende el nuestro", relatan.
En cualquier caso, tanto en pública como privadamente, los trabajadores de RTVE se preguntan si, dado que se entra en una etapa de transición a la espera de un concurso público para elegir presidente, no había ningún trabajador o extrabajador que pudiera ponerse al frente.
Las muestras de malestar también se han producido a través de Twitter. Hashtags como #rtvedetodos #noseenteran #ViernesNegro10 o #defiendeRTVE inundan las redes sociales tras conocerse el acuerdo alcanzado entre Podemos y PSOE.
Caras visibles de RTVE como Anna Bosch, entre otros trabajadores, han criticado la llegada de Gil a la presidencia de RTVE, y se preguntan si no se podía elegir a alguien que “esté menos identificado ideológicamente”.
También se ha manifestado a través de las redes sociales el consejo de informativos de RTVE, quienes insisten en la necesidad de un “perfil intachable y de consenso”.
Los empleados de RTVE con los que ha podido hablar también EL ESPAÑOL se preguntan cuáles serán las primeras decisiones que adoptará Andrés Gil. “Llega con la temporada que viene prácticamente planificada, en una situación de interinidad”, recuerdan. Así que desde UGT en RTVE, Miguel Ángel Curiese, explica que “lo ideal sería que no hiciera grandes cambios, y esperase simplemente a que llegara un nuevo presidente elegido en un concurso público” que debería ponerse en marcha en los próximos meses.
También Comisiones Obreras ha hecho pública su oposición a la llegada de Andrés Gil a la presidencia. "Queremos un presidente eficaz, que entienda que la información sin manipulación, es un servicio público esencial. Y que la RTVE de todos debe volver a ser el principal vehículo de información imparcial del Estado".
De momento no parece que los empleados de RTVE vayan a poner fin a los llamados Viernes de Negro, en los que los trabajadores de la radio televisión pública acuden vestidos de negro, en señal de protesta por la manipulación a la que se somete a la Corporación por parte de la actual dirección, pero también por parte de los partidos políticos. Y como muestra, dicen, lo que ha ocurrido ahora.
Reacciones políticas
Mientras los trabajadores de RTVE se han desayunado con la noticia de la elección del que será su nuevo presidente, el propio Pablo Iglesias confirmaba en Antena 3 el acuerdo alcanzado con el PSOE y se felicitaba por haberlo conseguido. "Si algo ha quedado claro desde el principio de las negociaciones es que RTVE tiene que dejar de ser un aparato de propaganda al servicio del Gobierno", ha dicho.
También empiezan a llegar las reacciones de algunos partidos políticos sobre el nombramiento de Andrés Gil como presidente de RTVE. Ha sido Ciudadanos el primero en valorar la elección, y lo ha hecho para criticar la medida. La portavoz de la formación naranja, Inés Arrimadas, ha dicho que el Gobierno de Sánchez "no ha venido a cambiar nada", sólo el "dedazo" del PP por el suyo.
Para la también líder del PP en Cataluña, se trata de un ejemplo más del "inmovilismo" y la "decadencia" de los "viejos partidos", porque "eso no es tener ningún tipo de interés en reformar tu país" y "es dar alas a los nacionalistas y populistas".
Si el PNV ha dejado claro que no apoya su candidatura, ERC es reticente y desde el partido afirman que se lo están pensando. La renovación de la cúpula de la radio y la televisión públicas debe contar con el visto bueno de dos tercios del Congreso y del Senado en primera votación y de la mayoría absoluta de ambas Cámaras en un segundo escrutinio