La plataforma de streaming de HBO colapsó en todo el mundo en el momento del estreno de la última temporada de Juego de Tronos. Una caída que impidió que decenas de miles de fanáticos en Latinoamérica y España pudiesen ver a tiempo el final de la aclamada serie. El problema, según explicó HBO, era que estaban experimentando problemas técnicos a primera hora de la mañana de este lunes.
Las dificultadas fueron resueltas un par de horas después. No obstante, la realidad indica que la crisis solo se solucionó cuando bajó la demanda de usuarios por ver el episodio. Estamos ante el histórico problema de las plataformas en streaming Over The Top (OTT), las que pese a reforzar sus servidores constantemente, invertir en tecnología y pagar costosos CDN (nodos de emisión de señal) siguen sin poder emitir eventos en directo sin dificultades, ante la masiva concurrencia de usuarios.
Es así como se está volviendo demasiado usual que ante grandes estrenos de series y eventos deportivos de relevancia mundial las plataformas en streaming y OTT no den la talla, se caigan o den un servicio considerablemente inferior al que ofrecen en sus contratos. Así, mientras más usuarios se conectan a la vez a estas plataformas, menores posibilidades hay de poder ver el evento en cuestión.
O dicho de otra manera, en los eventos que emiten en solitario -sin la ayuda de las plataformas de pago tradicionales que han realizado inversiones en redes y en fibra óptica- hay muchísimas más posibilidades de que la señal se caiga o se vea con peor calidad o con cortes.
La solución de Netflix
Ejemplos hay muchos solo en los últimos meses. El más reciente es el de HBO que a primera hora del lunes se cayó en España, cuando se despertaron los fans españoles para ver el episodio estrenado de madrugada. En el caso de Juego de Tronos, el problema de HBO ha sido lanzar en solitario su primer capítulo, lo que ha generado una avalancha de peticiones que no pudo ser asimilada por su aplicación nativa.
Anteriormente HBO Go ya había tenido el mismo problema en su horario local de Latinoamérica, ya que el capítulo se liberó antes en la plataforma nativa que en el resto de canales tradicionales. Por el contrario, los usuarios de Vodafone y Movistar sí que vieron el capítulo sin problemas ya que su visualización se produjo en las plataformas de estas telecos.
Esta situación explica por qué Netflix nunca se cae. Precisamente porque no suelen lanzar capítulos de sus series de mayor éxito de manera escalonada, siempre liberan las temporadas completas y a diferentes horas alrededor del mundo, para equilibrar la visualización y evitar colapso en sus servidores de manera simultánea.
Por eso se caen los grandes eventos deportivos en directo. En el estreno de la temporada de F1 en Australia hace menos de un mes, la plataforma de OTT de Liberty Media, el dueño de los derechos del campeonato, experimentó grandes problemas de emisión con muchas caídas, ralentizaciones y parones.
Caídas de eventos deportivos en España
Similar a lo que aconteció con el US Open a finales del año pasado. Por primera vez, Amazon compró en solitario los derechos de emisión que puso en el mercado a través de Primer Video. Y el resultado fue similar, con problemas para emitir, parones y caídas, coincidiendo con que el campeonato -al menos en Estados Unidos- no se dio por otras ventanas.
En España los problemas son similares. DAZN tuvo dificultades para arrancar emitiendo la FA Cup y MotoGP con similares trabas de emisión, cortes y ralentización en el servicio. En nuestro país ya ha pasado a la historia el gran problema que tuvo Mediapro para emitir un partido de Champions del FC Barcelona a través de Total Channel en septiembre de 2015. El partido no se pudo ver y empujó a Jaume Roures a cerrar un acuerdo con Telefónica para compartir los derechos.
¿Significa que todas las plataformas sean un desastre? No. En estos momentos, los avances tecnológicos todavía no permiten garantizar una emisión sin dificultades en directo para OTT, pese a todas las precauciones de estas plataformas. Siempre que se produzcan picos masivos, se terminarán cayendo. Lo harán antes o después, pero terminarán cediendo a lo que se llama concurrencia masiva de usuarios. En España y en todo el mundo.
De hecho, los grandes eventos emitidos por OTT que no se caen lo hacen casi exclusivamente porque no tienen el número de usuarios suficientes como para no tumbar el servicio. Y parece que Netflix ha dado con la clave no emitiendo eventos en directo y apostando por estrenar todas las temporadas de una vez o escalonando su estreno por zonas geográficas.