Nuevo varapalo para las televisiones en abierto en España. Mediaset y Atresmedia han vuelto a registrar sus mínimos en bolsa, ya no solo del año, sino que desde 2012, el año en el que la crisis de los medios de comunicación afectó de manera más dura los dos gigantes audiovisuales. Los peores resultados en siete años por la desconfianza de los mercados en un modelo de negocio que muestra signos de agotamiento.

Haciendo un símil con uno de sus principales competidores y uno de los responsables -según los analistas- de que se cuestione su negocio, el dinero invertido en una acción de Atresmedia más una de Mediaset apenas alcanzaría para pagar un mes de suscripción de Netflix en su modalidad básica de 7,99 euros.

Mediaset cerró en los 5,20 euros, en caída libre desde el 4 de julio cuando cotizaba en los 6,56 euros. En un mes se ha dejado un 26% de su cotización, pese al ambicioso programa de recompra de acciones de la compañía por valor de 100 millones de euros. Los resultados semestrales presentados a finales del mes pasado, con un crecimiento del 1,7% en los beneficios (127,4 millones), tampoco han ayudado a remontar a la compañía.

En el mercado se penaliza además la anunciada fusión con su matriz italiana. Entre los analistas no hay completa seguridad de las sinergias de esta integración, de los beneficios que traerá para sus accionistas y de su impacto en el mercado europeo de distribución de contenidos.

Atresmedia vale 754 millones en bolsa

En el caso de Atresmedia la situación es más complicada ya que el pasado lunes cerró en los 3,34 euros. Esto supone una caída acentuada en un mes, desde los 4,37 euros, un desplome del 24%. Las razones de su caída no son muy distintas a las de Mediaset ya que su caída de ingresos del 1,9% (539,9 millones)  en sus resultados semestrales no fue bien interpretada por los inversores, pese a mejorar su beneficio neto hasta el 0,5% (69,6 millones).

No obstante, el punto más débil del grupo audiovisual sigue siendo su cotización y su valoración en bolsa. Al cierre del lunes la compañía tenía una valoración de 754 millones de euros, muy por debajo de los 1.700 millones de Mediaset y los 949 millones de Prisa.

Lentitud en la diversificación

La caída del Ibex, en mínimos en siete meses, tampoco ayuda a los dos cadenas que intentan demostrar al mercado que pueden competir contra los gigantes internacionales como Netflix, Amazon y HBO o con las plataformas de pago como Movistar+.

Tanto Mediaset como Atresmedia han lanzado casi al mismo tiempo sus nuevas plataformas de pago, que funcionan desde hace unos meses, pero que han sido presentadas en sociedad hace unas semanas. La cadena dirigida por Paolo Vasile ha lanzado Mitele con Champions y Liga para potenciar su nueva plataforma, mientras que Atresmedia ha preferido apostar por su producción propia.

Las dos cadenas reconocen que el futuro está en complementar los ingresos publicitarios tradicionales con la ventas de contenidos, la publicidad digital y la producción de series originales que puedan tener recorrido en otras plataformas, pero el mercado está penalizando la lentitud con la que avanzan estos esfuerzos por la diversificación en un contexto en el que la publicidad tradicional sigue cayendo.