Se vienen curvas en Prisa. En medio de la guerra accionarial entre los inversores institucionales y Amber Capital por el control de la compañía, uno de los últimos en sumarse a la fiesta ha sido The Vanguard Group, que declaró hace unas semanas un 1,56% de las acciones del editor de El País.
Según los registros de Eikon, el segundo inversor más importante del mundo después de BlackRock en el negocio de la gestión de activos, declaró 11,04 millones de acciones el último día de 2019, 10.000 más que en sus registros anteriores.
El crecimiento de Vanguard se suma a la entrada de otro fondo: Melqart Asset Management, que declaró el 3,59% de la compañía el pasado 13 de enero. En este caso, el fondo se estrenaba comprando 25,4 millones de acciones.
Estructura de capital
Con el refuerzo de estas dos compañías al capital de Prisa, el poder de los fondos de inversión en el principal grupo de medios de comunicación de España se eleva por encima del 36%. A Vanguard y Melqart Asset Management hay que sumar el 1,001% de Polygon y el 28,842% de Amber Capital, el mayor accionista de la compañía.
El resto del capital está en manos de Telefónica con el 9,4%, HSBC con el 9,1%, Rucandio (los Polanco) con el 7,6%, Al Thanis con el 5,1%, Carlos Slim -que no ha vuelto a hacer ruido tras aumentar su participación en septiembre del año pasado- el 4,3%, Santander con el 4,1%, el mexicano Carlos Fernández con el 4% y Grupo Herradura con el 3,96%. Caixabank mantiene cerca de un 1% de participación.
Estos números llegan en momentos de plena lucha por el control de la compañía. Los inversores institucionales liderados por Santander y Telefónica quieren mantener la 'españolidad' de la compañía frente a un Amber Capital, que ha buscado sin éxito un socio financiero para lanzar una ampliación de capital.
Javier Monzón
La última gran batalla se libró hace pocos meses con la imputación del presidente no ejecutivo Javier Monzón en la operación Púnica. Amber y su representante Joseph Oughourlian intentaron buscar apoyos para cesarle aprovechando su implicación en el caso, pero finalmente no logró los apoyos necesarios.
Prisa puso en marcha la elaboración de un informe en el seno del Consejo de Administración que concluyó que Monzón podía seguir liderando la compañía. Semanas después, la Audiencia Nacional archivó la causa en su contra.
No obstante, las fuentes consultadas indican que las heridas no han cicatrizado y que Amber sigue buscando socios para poder emprender el asalto final al control y a la gestión de la compañía.
¿Fondos unidos?
En el mundo político y empresarial nadie quiere que Prisa esté en manos de un fondo extranjero, por lo que Amber lleva más de un año buscando a una empresa o editor local que pueda dar soporte a la nueva estructura de capital.
Por su parte, entre los inversores institucionales existe el convencimiento de que, incluso, con un socio español, Amber no debe controlar la compañía. En este sentido no es una buena noticia para buena parte del capital que el 36% de Prisa esté en manos de fondos.
En principio, estos fondos no actúan de manera coordinada y exceptuando a Amber, ninguno tiene voluntad de influir, pero con las espadas en alto en el Consejo de Administración, nadie da nada por sentado. De hecho, fuentes consultadas indican que en breve podrían producirse novedades al respecto.