Los principales accionistas de Prisa firmaron este lunes una pax romana que garantizó la continuidad de Javier Monzón como presidente no ejecutivo de la compañía. Una tregua forzada por los bancos acreedores a cambio de mejores condiciones para la refinanciación de la deuda de la compañía, pero que también incluyó el compromiso de Monzón de poner en marcha la escisión de Santillana.
Fuentes del Consejo de Administración de Prisa han confirmado a Invertia que el presidente no ejecutivo ha cerrado con Amber -y con acuerdo entre todos los accionistas- separar orgánicamente Santillana del grupo Prisa, una histórica demanda del fondo dirigido por Joseph Oughourlian.
El objetivo de este acuerdo es que se active la creación de dos negocios totalmente independientes. Esto se traduciría en que Prisa cree dos sociedades: Santillana y los negocios de medios, compañías que solo tendrán en común la propiedad de Prisa como accionista mayoritario.
Los beneficios de esta operación financiera son evidentes en un momento en el que Prisa atraviesa por una delicada situación financiera. Santillana es una sociedad que prácticamente no tiene deuda y que factura el 75% de todos los ingresos del grupo, un caramelo para cualquier inversor.
Del mismo modo, si Santillana no está en las mismas cuentas que los diarios y radios del grupo es mucho más fácil buscar financiación, emprender una eventual salida a Bolsa y pactar acuerdos con futuros socios o inversores que quieran adquirir parte de su capital.
Desconsolidar Santillana
La deuda del grupo está casi exclusivamente concentrada en sus negocios de prensa y radio, por lo que si Santillana navega en solitario tendrá mucho mejor rating y acceso a los mercados. Eso sin contar con que la editorial dejaría de estar "contaminada" por los movimientos políticos que siempre se tejen en torno a los medios del grupo Prisa.
Finalmente, las fuentes consultadas por este diario indican que esta opción pasaría necesariamente por desconsolidar a Santillana de Prisa, una sociedad por la que el grupo solo cobraría dividendos.
Estos acuerdos son compatibles con la oferta de la banca acreedora. BNP Paribas, HSBC y algunos fondos como CVC prometieron mejores condiciones de refinanciación de la deuda para Prisa que llega a 1.500 millones. Estas entidades pidieron paz y estabilidad accionarial para refinanciar con nuevas condiciones y aceleraron el pacto entre todos los accionistas para mantener a Monzón en el cargo.
Es un primer paso, porque Prisa debe realizar dos amortizaciones parciales y obligatorias de deuda el 31 de diciembre de 2020 y 2021 por importes de 15 y 25 millones de euros, respectivamente. Y debe pagar el grueso de la deuda en noviembre de 2022.
Pero la refinanciación no salvará la situación de Prisa por sí sola. Este movimiento debe ir acompañado de otras acciones como la venta urgente de activos, la puesta en marcha de un plan para convencer a los fondos institucionales de que no vendan deuda de Prisa y reorganizar su situación patrimonial. En este sentido, la separación de Santillana es una de las mejores opciones para rentabilizar el potencial de la compañía editorial.
Pérdida de 'investment grade'
En la Junta de Accionistas del lunes el consejero delegado Manuel Mirat aseguró que seguirá con la política de desinversión de activos no estratégicos y avanzó que “estos planes, junto a medidas estratégicas como una futura puesta en valor de activos como Santillana, nos permitirán gestionar el actual nivel de apalancamiento y alcanzar una estructura de balance sostenible que permitirá acelerar la transformación de los negocios”.
Una operación que también aliviaría la opinión sobre Prisa en los mercados. La semana pasada Standard & Poor´s (S&P) le asignó una calificación de ‘CCC+’ con tendencia negativa, lo que le retira la categoría de investment grade, es decir valores en los que conviene invertir.
La mayoría de los fondos institucionales tiene prohibido invertir en las deudas de empresas que pierden esta categoría, por lo que la lógica indica que ahora comenzará a producirse una fuga masiva de tenedores de deuda de Prisa.
Frente esta situación, la Junta de Accionistas aprobó este lunes una compleja operación acordeón para no caer en situación de patrimonio negativo.
Reducción de capital
Primero, se aprobó la compensación de pérdidas con cargo a prima de emisión por importe de 254,1 millones de euros euros que se destinaron a reservas. Del mismo modo, se aprobó la reducción de capital social en 320,7 millones, mediante la disminución del valor nominal de las acciones de la sociedad en 0,45 euros hasta 0,49 euros por acción, para compensar pérdidas en base al balance cerrado a 31 de diciembre de 2019.
También se aprobó la reducción del capital social en 7,1 millones, mediante la disminución del valor nominal de las acciones de la Sociedad en 0,01 euros hasta 0,47 euros por acción, para incrementar la reserva legal en base al balance cerrado a 31 de diciembre de 2019.
Finalmente, se aprobó también la reducción del capital social en 267,4 millones de euros, mediante la disminución del valor nominal de las acciones de la Sociedad en 0,37 euros hasta 0,10 euros por acción, para dotar una reserva de la que solo será posible disponer con los mismos requisitos exigidos para la reducción de capital, con base en el balance cerrado a 31 de diciembre de 2019.
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