El Consejo de Administración de Mediaset ha decidido este miércoles abortar la fusión de sus negocios en España e Italia para la creación del gigante audiovisual MediaporEurope. Después de un año de guerra con Vivendi que bloqueó por todos los medios legales la integración, el grupo italiano ha tirado la toalla y ha cancelado todos sus planes.
La puntilla la ha dado el rechazo judicial de un Tribunal de Madrid a la petición de Mediaset España por la que se solicitaba el levantamiento de la suspensión cautelar del proyecto de fusión. Según Mediaset, la decisión del Tribunal español impide concluir la operación en el plazo previsto con arreglo a la legislación de Países Bajos, fecha que expiraba el 2 de octubre de 2020.
Mediaset indica que acepta la decisión del Tribunal español, pero no comparte las conclusiones —que, sin embargo, respeta— y reitera que, sobre la base de la opinión de sus asesores legales, "el proyecto se planteó conforme a las normativas aplicables, respeta los derechos de los accionistas y "está orientado únicamente a velar por los intereses de Mediaset y de todos los accionistas que aprueban la operación".
Recuerdan que la decisión tomada por el Tribunal de Madrid es consecuencia únicamente de la "oposición instrumental y predeterminada de Vivendi, que actúa en su propio interés, también en calidad de competidor del Grupo Mediaset".
Del mismo modo, agregan que el Consejo, confirmando la validez del plan industrial MediaforEurope, "ha puesto en marcha de forma inmediata el estudio de una ejecución distinta del proyecto original que consiga los mismos objetivos".
Guerra con Vivendi
Pese a ello, agregan que si Vivendi tiene realmente intención de negociar sobre bases concretas y orientadas a los intereses de todos los accionistas, incluidos los de los accionistas mayoritarios, "Mediaset está preparada para abrir una mesa de diálogo en el que verificar esta enfoque nuevo y positivo".
Concluyen indicando que debido a la imposibilidad de materializar la fusión, las acciones sobre las que se ha ejercido el derecho de separación volverán a estar disponibles para los accionistas que lo ejercieron.
Vivendi, dirigido por el magnate de los medios de comunicación Vincent Bolloré, se ha opuesto a la fusión diciendo que refuerza el control del principal accionista de Mediaset, la familia del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi.
Por su parte, desde Mediaset se indica que Vivendi es un potencial competidor en el nuevo escenario de Media For Europe (MFE) por lo que no desea la creación de un rival directo.
Gigante europeo
Fininvest, de la familia Berlusconi, tiene el 50% de las acciones de Mediaset Italia mientras que Vivendi tiene el 28,8%, pero solo el 9,9% de los derechos de voto. El resto corresponden a un fideicomiso del grupo francés que no pudo votar en la aprobación de la fusión en la junta italiana. En el caso de España, Mediaset tiene el 52% y Vivendi el 1% comprado poco a finales del año pasado.
La estrategia de Vivendi pasó por el bloqueo total, según algunas fuentes de mercado, ya que quiere boicotear una operación que podría poner en riesgo su futuro crecimiento en Europa. Por ello que impugnó sucesivamente todos los acuerdos de las Juntas de Accionistas de Mediaset, tanto en España como en Italia.
Mediaset y Berlusconi dibujaron un proyecto transeuropeo con intereses también en Alemania a través de ProSiebenSat1, la principal cadena privada de televisión en abierto de este país y de la que ya controlan el 20%. La sociedad tendría base fiscal en Italia, pero estaría constituida en Holanda, aunque seguiría cotizando en Italia y en España. Pero nada de ello será posible. De momento.
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