La plantilla de Cope no pasa por su mejor momento. Las informaciones confirmadas por este diario indican que se han producido muchas salidas en las últimas semanas, un goteo incesante que preocupa en el equipo de la emisora ya que no solo se trata de despidos puntuales, sino también de bajas médicas generadas por la presión del equipo directivo a sus trabajadores.
Quienes viven esta situación de cerca coinciden en señalar que la plantilla está "al límite". Estas mismas fuentes advierten de que el nerviosismo en los cargos directivos es evidente por dos motivos principales: la caída de ingresos y las dificultades para asaltar el liderazgo de las cadenas generalistas en un contexto de reducción de costes y con la presión de los anunciantes por conseguir más audiencia.
Un mix muy peligroso que atenta contra el éxito inmediato de los principales programas de la cadena, afectando de manera especial a Herrera en Cope, el espacio líder de la emisora.
Dentro de la cadena se considera que la presión que sufre la plantilla, las bajas médicas y los recortes de costes repercutirán de manera muy negativa en Carlos Herrera y su programa, ya que un equipo desmotivado generalmente no da el 100% y no rema junto para conseguir los objetivos.
El impacto que puede tener Carlos Herrera puede ser inmediato atentando contra su intención de alcanzar el liderazgo de la radio española este año 2021.
Situación de 2021
Una tarea nada fácil ya que todavía se encuentra a medio millón de oyentes de distancia de Àngels Barceló en Cadena Ser, pero asumible en el actual contexto político. El comunicador andaluz se quedó el último EGM con 2.432.000 oyentes, una caída de 11.000 fieles en comparación con abril del año pasado.
Por el contrario, Àngels Barceló y Hoy por Hoy ganaron 148.000, hasta los 2.980.000. En el cómputo interanual, Herrera ganó 203.00 fieles y Barceló 166.000. Con una plantilla desmotivada subir este Everest se antoja aún más complicado.
Por otro lado, los ingresos cayeron de manera importante durante la Covid y nada parece indicar que mejoren sustancialmente en la primera parte de este año. La emisora facturó 85,8 millones de euros en 2020, un fuerte desplome del 24,4% por el impacto de la Covid. En 2019, la emisora de los obispos facturó 113,5 millones de euros en publicidad lo que supone una pérdida de casi 30 millones en doce meses.
Un impacto difícil de encajar y que ha sido compensado por la reducción salarial de los trabajadores y estrellas de la emisora de entre un 40% y un 10%, dependiendo de cada empleado y de acuerdos particulares.
Pero el problema no es lo que ha pasado sino lo que vendrá, ya que nadie garantiza que el mercado comience a recuperarse de manera inminente. Por el momento, los primeros dos meses del año han estado en la misma línea que el curso pasado.
Los anunciantes presionan
Ante esta situación, la emisora ha confirmado que los recortes seguirán sine die, lo que ha sido un duro varapalo para la plantilla. El nuevo modelo de radio que se ha impuesto con la Covid con casi todo el mundo teletrabajando, con menos técnicos y casi sin salidas a terreno augura un futuro nada halagüeño para la cadena de radio.
A esta coyuntura se suma a la presión de los anunciantes por obtener mejores audiencias y un mayor mejor retorno de su inversión cada vez más reducida. Cope llegó a los 3.240.000 oyentes en la tercera y última oleada del año, lo que supuso un crecimiento de 20.000 seguidores desde abril.
Una mejora, pero que todavía les mantiene a más de un millón de oyentes de los 4.353.000 de Cadena Ser, que subió en 240.000 seguidores. Una realidad ante la que los anunciantes piden un mayor esfuerzo para obtener un mejor rédito y que obliga a los directivos a meter más presión a los equipos comerciales, periodísticos y técnicos.
Esto se suma al clima de descontento creciente en el segundo nivel directivo de la emisora y en algunas de sus grandes estrellas como Carlos Herrera, porque el nuevo equipo directivo no termina de ponerse de acuerdo en las decisiones y en el rumbo que debe tomar la compañía, lo que lastra el desarrollo empresarial de la nueva empresa.
El pasado 26 de noviembre el grupo Cope estrenó un nuevo equipo directivo a propósito de la integración de la emisora y la televisión Trece bajo un solo paraguas: Ábside Media. No obstante, dos meses después de este anuncio la nueva estructura con tres directores generales sigue sin estar engrasada y la plantilla no termina de entenderlo.
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