La sorpresa del Banco Central Europeo (BCE) ha provocado un tumulto en los mercados financieros. Pocos esperaban una bajada de tipos (hasta el 0,00%), ni tampoco un aumento de las compras de deuda soberana (de 60.000 a 80.000 millones de euros mensuales), ni tampoco la extensión del programa a la deuda corporativa privada. Sólo ha cumplido el guión la bajada del -0,3% al -0,4% en la facilidad de depósito bancaria, que es el tipo penalizador que aplica el Banco Central Europeo (BCE) a los depósitos de la banca privada.
De la euforia al miedo
El cóctel conjunto de medidas monetarias ha disparado a los mercados en un primer momento, que reclamaban nuevos estímulos. El Ibex 35, la referencia de la bolsa española, llegó a subir un 3%, hasta superar los 9.000 puntos, mientras que el euro se derrumbó un 1,2%, hasta los 1,08 dólares. La prima de riesgo cae 9 puntos, hasta los 122 puntos, mientras que la rentabilidad del bono a diez años cae al 1,37%.
Sin embargo, en una segunda lectura, los inversores se han visto asustados por la agresividad de las acciones del BCE, que ha rebajado drásticamente su previsión de inflación hasta el 0,1% -frente al 1% estimado en diciembr- y alerta sobre la amenaza que supone la deflación para la actividad económica.
En 2017, según la previsión del BCE, la tasa de inflación de la eurozona repuntaría hasta el 1,3%, pero aún así se situaría por debajo del 1,6% previsto anteriormente. Draghi fue contundente en la rueda de prensa en relación a este escenario y abrio la puerta a instaurar tipos negativos. El Ibex 35 se dio la vuelta después de llegar a subir un 3% y redujo su escalada al 1%, mientras que el euro registró una violenta reacción: pasó de caer un 1,2% (1,08 dólares) a subir un 1,4% (1,10 dólares).
Los bancos son los principales protagonistas de las medidas del BCE, ya que lanzará cuatro subastas masivas de liquidez (LTRO II), recorta la facilidad de depósito (del -0,3% al -0,4%) -que es un tipo penalizador a los depósitos de los bancos en el BCE- y amplía también la compra de deuda soberana de 60.000 a 80.000 millones de euros mensuales, incluyendo deuda corporativa (de empresas privadas) todavía sin especificar.
Caídas de las bolsas europeas
La Bolsa española fue la única entre las europeas que terminó en positivo. El resto de índices registró fuertes caídas al cierre, motivadas por la alarma despertada por el BCE con sus medidas expansivas y una nueva bajada de tipos. El FTse 100 británica bajó un 1,8%, el MIB italiano un 0,5%, mientras que el Dax alemán cedió un 2,3% y el Cac 40 francés un 1,7%.