Pasadas las cinco de la madrugada del viernes comenzaron a cobrar forma los peores temores de los inversores. Lo que las encuestas a pie de urna decían -una victoria del ‘bremain’ frente al ‘brexit’- había sido sólo un espejismo. El terremoto financiero comenzó a sentirse primero en el mercado de divisas: la libra se derrumbó en cuestión de minutos como nunca lo había hecho, según los datos de Bloomberg desde 1971.
Acto seguido, el tsunami se propagó a las bolsas asiáticas y más tarde, a partir de las 9 de la mañana, a los mercados europeos. Sin embargo, cuando todos miraban este viernes a Londres, el verdadero crash se estaba fraguando en la Bolsa de Madrid. A las nueve y un segundo, el Ibex 35 marcó una primera cotización moderada: -7,2%, por encima de los 8.000 puntos, que contrastaba con las caídas superiores al 11% de plazas como París, Fráncfort, Londres...
Fue otro espejismo. De los 35 valores del índice, cinco de ellos estaban colapsados por la presión de títulos a la venta y sin demanda suficiente a la compra. De los valores estrangulados, uno de ellos fue Banco Santander, el hasta ahora ‘peso pesado’ del Ibex 35, que movía en la subasta con un desplome inaudito del 25%. También Sabadell y Popular tenían sus cotizaciones ‘rotas’. Cuando comenzaron a intercambiarse, su valor se desplomó por encima del 20%.
Primer motivo: riesgo bancario
Como en la mayoría de las crisis financieras generadas por incertidumbre -caso del ‘brexit’-, las empresas que se basan en la confianza son las peor paradas. La banca, que guarda el dinero de sus clientes y se apoya en la confianza del mercado para poder funcionar, se convirtió en el objetivo de los inversores bajistas -que operan vendiendo acciones en grandes bloques para luego recomprarlas más baratas y obtener beneficios-
Está en el ADN del Ibex 35: está plagado de bancos. Pese a que la crisis financiera se ha llevado por delante a tres cuartas partes del sector -entre rescates, fusiones y la conversión de cajas en bancos-, el índice de referencia de la Bolsa española tiene una exposición a la banca mayor que el resto de indicadores europeos como el Dax alemán o el Cac francés. Por supuesto, también que el Ftse 100 británico.
En el caso del Ibex 35, casi un tercio (29%) de su ponderación (peso que ocupa cada acción en el índice) se corresponde a bancos. La ponderación del índice se calcula en torno a dos criterios: capitalización bursátil y ‘free float’ (porcentaje de acciones libres que cotizan en bolsa y no están cautivas en manos de algún institucional). Hasta este viernes, Banco Santander era el mayor del Ibex (12%) pero al cierre de la sesión fue superado por Inditex (13%).
El subíndice bancario del Stoxx 600, que agrupa a los bancos de la eurozona, se desplomó un 14,4% en el peor día de su historia. El día que cayó Lehman ‘sólo’ bajó un 10%. Las entidades de países periféricos (España, Portugal, Italia y Grecia) fueron las más castigadas por el aumento de sus primas de riesgo nacionales -diferencial con la deuda alemana-, que afecta directamente a una gran parte de sus balances, invertidos en deuda pública.
Segundo motivo: riesgo británico
Para las grandes empresas españolas también lo es. Sólo para Banco Santander, Iberdrola y Telefónica representa un negocio conjunto anual de unos 23.400 millones de euros, el equivalente al 2,3% del PIB español. La economía de la libra es para ellas entre el 12%, 14% y 30% de sus fuentes de ingresos. Entre las tres multinacionales suman un peso o ponderación en el índice Ibex 35 del 30%, es decir, que un tercio del índice de referencia de la Bolsa española era vulnerable al evento británico.
El crash de la libra esterlina les afectó de forma más contundente por cotizar en euros frente a las acciones cotizadas. La moneda británica registró una caída histórica del 8% frente al dólar estadounidense y se colocó en niveles de 1985. El negocio de estos tres gigantes (Telefónica, Santander e Iberdrola) se ajustó inmediatamente a la baja por la pérdida de valor de la libra y eso también se notó en sus cotizaciones. De hecho, para la operadora supone un duro revés porque está intentando vender su filial O2 para poder salir del país. Se ha convertido en la primera gran víctima del ‘brexit’’. Su acción bajó un 16%.
Tercer motivo: riesgo 26J
Después de la cita con las urnas en Reino Unido, los inversores están para pocas sorpresas electorales. Junto al 23J británico, la gran fecha que está marcada en rojo en Europa son las segundas elecciones generales en España. La repetición de la cita electoral vuelve a despertar el riesgo de un bloque en la formación de gobierno debido a la fragmentación parlamentaria en cuatro partidos (PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos) y al ascenso del bloque de izquierda (Podemos+IU) que se ha mostrado partidario de subir los impuestos e incrementar la deuda para impulsar el gasto social.
Y eso traducido al lenguaje de los mercados significa pedir prestado más dinero que se corre el riesgo de no devolver, es decir, mayor riesgo. Rajoy no sólo no lo ha hecho, sino que ha incrementado la deuda de las Administraciones Públicas españolas en 352.000 millones de euros hasta superar el billón de euros y el 100% del PIB.