En la rueda de prensa en la que presentaron sus pronósticos macroeconómicos para este año y el que viene, los representantes de los centros de estudios explicaron que si el BCE quiere iniciar a finales de año el desmantelamiento gradual de esta iniciativa, debe empezar ya a apuntar cómo prevé hacerlo.

"El BCE debe empezar a actuar en materia de comunicación. Hay que empezar a preparar la salida (del programa). Esto no se puede hacer de la noche a la mañana", explicó Oliver Holtenmöller, del Instituto para la Investigación Económica de Halle.

De no actuar de forma correcta en el plano comunicativo, la incertidumbre puede derivar en inestabilidad en los mercados financieros, argumentaron.

A su juicio, el BCE se puede guiar en este proceso por los tiempos y modos que empleó la Reserva Federal estadounidense para acabar con su propio programa de compra de activos.

A juicio de los principales institutos, el BCE debería ir cerrando el grifo de forma gradual para acabar a "mediados de 2018" con las compras de deuda y proceder posteriormente, dependiendo de la evolución de la economía real de la eurozona, a elevar los tipos de interés en la eurozona, en la actualidad al 0 %.

El BCE, para combatir el riesgo de deflación que se cernía sobre la eurozona, recortó los tipos de interés hasta mínimos históricos y puso en marcha medidas no convencionales de política monetaria, siguiendo lo que habían hecho en Estados Unidos o Japón sus homólogos.

El programa de compra de activos del BCE ha estado adquiriendo unos 60.000 millones de euros en deuda pública y privada del mercado secundario desde principios del año pasado al mes.