La apatía volvió a imponerse en los mercados, que vivieron otra jornada de consolidación para digerir la euforia alcista del pasado lunes. Ni la avalancha de resultados, ni las promesas fiscales de Trump sirvieron de revulsivo para unas bolsas fatigadas y en zonas de resistencia. El Ibex 35 -en máximos de 20 meses- se desmarcó de los avances moderados de Europa, con un retroceso del 0,18% y una variación de poco más de 100 puntos entre máximos y mínimos. El índice no contó con el respaldo del Dow Jones, que cotizaba casi plano.

De este modo, se cumplen las previsiones de los analistas, que auguraban una semana de más a menos en la que la euforia tras el fracaso del populismo en Francia dejaría paso a una mayor cautela a la espera de la reunión del BCE del jueves y del PIB provisional de EEUU que se publicará el viernes. No obstante, la mayoría de las casas de análisis destacan que estas correcciones son más un alto en el camino que el inicio de una fase bajista.

Los resultados empresariales fueron los grandes protagonistas del día. Tan solo en España, más de media docena de valores rindieron cuentas, entre ellos Santander, Abertis, Iberdrola o Red Eléctrica. Mañana será otro día intenso en el plano empresarial, ya que al margen de las numerosas juntas de accionistas, rendirán cuentas BBVA, Bankinter, BME, Acerinox, Catalana Occidente y Mediaset, entre otras.

Los inversores también optaron por la prudencia a la espera de noticias desde Estados Unidos. En las próximas horas, se darán a conocer las líneas maestras de la ansiada reforma fiscal de la Administración Trump. Esta medida ya está más que descontada por el mercado y no debería tener un gran impacto, salvo que sea especialmente agresivo. Analistas e inversores esperan un recorte del impuesto de sociedades del 35% al 15% y la simplificación de siete a cuatro tramos del impuesto sobre la renta.

El Ibex 35 cerró la sesión con un descenso del 0,18%, hasta los 10.763 puntos. El índice no contó con el apoyo de la banca, que se desinfló a lo largo de la jornada y cerró con tendencias mixtas. El Santander (0,17%) se estancó en torno a los seis euros, pese a presentar unos resultados que batieron previsiones, con una mejora del 14% de su beneficio neto. Sabadell (0,96%) también cerró en verde, gracias al apoyo de Citigroup, que emitió una recomendación de compra. En cambio, Popular (-2,14%) no consiguió aferrarse a los 0,7 euros, alcanzados en la víspera.

Las eléctricas volvieron a destacar entre los peores valores del día. Iberdrola (-1,24%) sufrió un fuerte castigo tras anunciar un descenso de su beneficio del 4,7%, pese a la contribución de Gamesa. Red Eléctrica (-0,77%) tampoco eludió los números rojos, pese a ganar un 4,7% más en el primer trimestre.

Entre las empresas que presentaron cuentas también destacó Aena (+2,84%), que fue el valor más alcista de la sesión, tras disparar su beneficio trimestral en un 176,8%. Por su parte, Abertis (0,44%) eludió los descensos, pese a ganar un 66% menos por la ausencia de extraordinarios y reconocer que aún no hay novedades en sus negociaciones con Atlantia.

En el mercado continuo, Vocento (9,76%) fue uno de los protagonistas de la jornada, gracias al desembarco de Paramés. 

Las recogidas de beneficios se extendieron a los mercados de divisas. El euro bajó a 1,0874 dólares, debilitándose moderadamente tras el fuerte avance vivido el lunes.

La renta fija también vivió una jornada de escasa volatilidad. La prima de riesgo se situó en los 134 puntos básicos, con la rentabilidad del bono a 10 años en el entorno del 1,7%.