Segundo aviso de la CNMV a la Bolsa española: tarifas caras y poco transparentes
Vuelven a saltar chispas entre la CNMV y BME. En esta ocasión el regulador de mercados le acusa de ser la Bolsa más cara de Europa. Sus tarifas, dicen, para negociar los valores, están propiciando una migración de la contratación hacia otras plataformas, un fenómeno por otra parte que se está produciendo en el resto de plazas bursátiles.
26 septiembre, 2017 11:13A principios de abril de este años sorprendía la multa que la CNMV imponía a BME. El BOE publicaba una multa de 150.000 euros a Bolsas y Mercados por incumplir sus labores de supervisión en Mercado Alternativo Bursátil (MAB).
Tres meses después, en julio, la CNMV en su boletín hacía balance de los diez años de la entrada en vigor de la Directiva de Mercados e Instrumentos Financieros conocida como MiFID I, una excusa perfecta para volver a tirar de las orejas a BME por las tarifas que aplica, y que la convierten en la bolsa más cara de Europa. La competencia al permitir otras plataformas de negociación, señala, ha hecho que, en el caso de BME, al igual que en otros mercados tradicionales, haya descendido la cuota de mercado. Sin embargo, advierte que, en este caso además se explica por la tarifas aplicadas, notablemente más elevadas que en el resto.En dicho documento se recogen las tarifas aplicadas por los centros de ejecución de las operaciones. Las de BME (entre 0,3 y 2,4 puntos básicos) están lejos de la segunda bolsa más cara (Euronext 0,45-0,95 pb).
EFECTOS IMPLANTACIÓN MIFID I
La implantación de la directiva MiFID I, junto con los avances tecnológicos, ha propiciado durante este período un cambio sustancial en la negociación de la renta variable en Europa. Antes de que se aplique la MiFID I existía una fuerte concentración en las bolsas tradicionales, pero ahora se halla considerablemente fragmentada en diversos sistemas o centros de ejecución de operaciones que, bajo las figuras de los mercados regulados, los sistemas multilaterales de negociación (SMN) o los internalizadores sistemáticos, compiten intensamente entre sí.
En los segmentos de negociación más transparentes, concretamente en la negociación abierta en horario continuo, la migración se ha dirigido fundamentalmente hacia las plataformas de nuevo cuño, sobre todo hacia CHI-X, BATS-Europe y Turquoise, todas ellas autorizadas inicialmente en el Reino Unido como SMN, aunque las dos primeras operan actualmente como mercados regulados. En cambio, en los segmentos menos transparentes el principal competidor ha sido ¿y sigue siendo¿ un mercado regulado: la Bolsa de Londres.
La competencia entre los centros de negociación europeos ha dado lugar a una progresiva fragmentación de la negociación. Entre los factores que podrían explicar la pérdida de cuota del mercado regulado español en favor de otros centros de ejecución se hallan las tarifas aplicadas por los centros de ejecución. En este sentido, se advierten algunas posibles desventajas en el sistema de tarifas de BME, señaladas por la industria financiera.
ESTRUCTURA DE LAS TARIFAS
La CNMV advierte que no es sencillo establecer una comparativa entre las tarifas de los mercados regulados, pero de las diferentes plataformas de negociación europeas, se pueden extraer las siguientes conclusiones:
¿ Las bolsas europeas tienen unas tarifas ligeramente superiores a las de las plataformas de negociación alternativas (Chi-X, BATS y Turquoise). Además, los precios aplicados en estos últimos varían según se trate de órdenes agresivas o pasivas, aplicándose a veces en este último caso una rebaja o descuento.
¿ Las tarifas de BME resultan superiores a las de sus principales competidores. Así, mientras que las de BME oscilan entre 0,3 y 2,4 puntos básicos, las de Chi-X lo hacen entre -0,24 y 0,30, las de BATS entre 0,0 y 0,30 y las de Turquoise entre -0,26 y 0,30. Asimismo, están por encima de las tarifas de la Bolsa de Londres (entre 0,20 y 0,45), la bolsa alemana (0,36-0,414) y Euronext (0,45-0,95). En el caso de BME, hay que incluir un componente fijo, que incrementa notablemente la tarifa.
El modelo de tarifas de BME presenta, en comparación con sus competidores, algunos inconvenientes, que han sido objeto de crítica por parte de la industria financiera. Entre ellos, cabe señalar los siguientes:
El modelo es poco predecible: solo es posible conocer con certeza las comisiones cobradas una vez que la orden introducida en el sistema se ha ejecutado y se conoce el desglose de las ejecuciones a las que ha dado lugar. Esta falta de predictibilidad dificulta a los brókeres negociar con sus clientes unas comisiones que les permitan mantener un margen estable. Además, repercute en el cumplimiento del principio de mejor ejecución, debido a que las empresas de servicios de inversión han de tener en cuenta para comparar la contraprestación total (precio del instrumento financiero y costes en los que se incurre).
El componente fijo de la estructura de tarifas, que no existe en otros mercados, encarece notablemente el coste total de las órdenes ejecutadas, sobre todo en el caso de los clientes minoristas.