La víspera, el rey español realizó una declaración institucional extraordinaria en la que pidió que los poderes del Estado actúen, acusando al gobierno regional catalán de "deslealtad", el mismo día en el que miles de personas salieron a las calles en Cataluña en un paro como protesta por la actuación policial en el referéndum del pasado domingo.

Posteriormente, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, dijo en una entrevista a la BBC el martes que Cataluña declarará la independencia de forma unilateral "en cuestión de días", lo que podría provocar como reacción una retirada del poder autonómico a la región por parte del Ejecutivo español.

Ante el aumento de las tensiones, el ministro español de Economía, Luis de Guindos, hizo el miércoles un llamamiento a la tranquilidad a la comunidad empresarial y a los clientes de bancos catalanes, que han sido castigados en bolsa a medida que crecía el conflicto.

La tensión se dejaba notar en el mercado de deuda, con subidas de la rentabilidad de la deuda española, que alcanzaba su nivel más alto desde marzo, mientras la prima de riesgo escalaba a los 134 puntos básicos, su cota más elevada desde principios de mayo.

En este contexto, a las 0938 horas el Ibex-35 caía un 1,38 por ciento a 10.117,2 puntos, frente a la tendencia plana del índice europeo Eurofirst 300.

El sector bancario era el más castigado, con las entidades catalanas llevándose la peor parte. Caixabank, que la víspera había repuntado un 1,6 por ciento, cedía por la mañana un 2,57 por ciento. El banco dijo el martes en una circular interna que su objetivo era "proteger los intereses de clientes accionistas y empleados".

Otro banco catalán, Sabadell, caía un 3 por ciento, siendo el peor valor del selectivo.

En el resto del sector bancario cundían las pérdidas. Santander y BBVA caían en torno a un dos por ciento, mientras que Bankia se dejaba un 2,27 por ciento y Bankinter un 1,7 por ciento.

El comportamiento de la banca española lastraba al sector bancario europeo un 1,2 por ciento, su peor caída en dos semanas.

La sangría en Madrid era generalizada, con descensos de alrededor del uno por ciento para grandes valores del selectivo como Inditex, Telefónica o Repsol.

El mejor valor del selectivo era Siemens Gamesa, que evitaba las caídas con una subida del 0,3 por ciento, prolongando su reciente rebote.

Fuera del selectivo, las acciones de la biotecnológica Oryzon eran las que más subían, un 10 por ciento, tras anunciar la víspera que trasladaría su sede a Madrid desde Cataluña.