De acuerdo con estimaciones de la JUR, los bonos de esta naturaleza suponen unos 100.000 millones de euros repartidos en emisiones de bancos de toda la eurozona bajo ley británica, un capital que podría dejar de computar para el denominado requerimiento mínimo de fondos propios y pasivos admisibles (MREL).

"Estos bonos pasarán a ser un asunto de un país tercero y podrían dejar de ser computables para el MREL", avisó hoy König durante un encuentro con la prensa económica en Bruselas.

El MREL es el número de pasivos que puedan reabsorber pérdidas en el caso de una resolución que la legislación comunitaria exige tener a entidades de crédito y empresas de servicios de inversión.

Por ello, un potencial acuerdo de "brexit" sin una cláusula que reconozca los bonos europeos podría suponer que estos pierdan automáticamente su condición de MREL de cara a una resolución ejecutada por la JUR o cualquier decisión de las autoridades de cada país.

"Los bancos deben prepararse para cualquier posible resultado de las negociaciones actuales", incidió König, que recalcó que "dependiendo de cómo sea el periodo de transición, esto podría dejar de ser un problema".

La directiva alemana rechazó especular sobre posibles soluciones a este asunto y dijo que será un tema para "vigilar de cerca".

La JUR es el organismo europeo que decide cómo actuar a nivel comunitario cuando un banco de la eurozona está en quiebra o es probable que quiebre, para evitar que la potencial caída afecte al sistema financiero y que los contribuyentes tengan que asumir el coste de un rescate.