Los resultados de la subasta demuestran que los inversores siguen apostando por los títulos de deuda pública española, ya que las peticiones ha alcanzado los 8.427 millones de euros, lo que supone 1,8 veces más que lo finalmente adjudicado en los mercados.

En concreto, ha colocado 1.006 millones en bonos a 3 años, con cupón del 0,05%, frente a una demanda de 3.094 millones, con un tipo de interés marginal del -0,219%, más negativo que el -0,017% de referencia de la subasta del pasado 1 de marzo, mientras que con las obligaciones a 10 años indexadas a la inflación, con cupón del 0,65%, ha captado 625 millones, frente a una demanda de casi el doble (1.190 millones). El interés marginal ha bajado al -0,287% desde el 0,017% de la subasta de referencia celebrada el 1 de febrero.

Además, ha captado otros 1.361,5 millones en obligaciones a 10 años, con cupón del 1,4%, frente a una demanda de 2.051 millones, y ha ofrecido un interés marginal del 1,176%, también inferior al 1,385% de la subasta de referencia del pasado 15 de marzo.

De igual forma, ha colocado otros 1.652 millones de euros en obligaciones a 30 años, frente a una demanda de 2.091 millones de euros, con una rentabilidad marginal del 2,243%, igualmente menor que el 2,726% de referencia.

De esta forma, el Tesoro ha repetido el éxito de la subasta del martes, en la que colocó 4.501,11 millones de euros en letras a 6 y 12 meses, en el rango medio previsto, a tipos aún más negativos que en la subasta previa.

Tras las dos subastas de esta semana, el Tesoro completará el calendario de este mes con una puja de letras a 3 y 9 meses el martes 10 y una última de bonos y obligaciones el día 19, tras la que no regresará a los mercados hasta el jueves 3 de mayo.

Para este año el Tesoro prevé realizar emisiones brutas de deuda por importe de 220.145 millones de euros, lo que supone un 5,9% menos que los 233.900 millones de euros colocados el año pasado, y la emisión neta alcanzará los 40.000 millones de euros, un 11,2% menos que los 45.031 millones del año pasado.