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Este incremento del ahorro, se debe al resultado de una adquisición neta de activos financieros de 30.000 millones de euros, junto a unas revalorizaciones de 20.000 millones de euros, debidas fundamentalmente, al incremento del precio de los activos de renta variable. Fondos de inversión y planes de pensiones alcanzan por primera vez el 20% de cuota del ahorro financiero de las familias.

Se podría decir, que fue el año de la consolidación de los fondos de inversión como unos de los productos financieros con más atractivo, representando el 14,6% del total de activos. Las participaciones en fondos de inversión fueron el componente que más incrementó su peso en los activos financieros de los hogares en este último año.

Por su parte, los planes de pensiones mantienen una cuota cercana al 5,6%y su patrimonio ha crecido por encima del 3% hasta los casi 120.000 millones, el dato más alto desde su creación.

El grueso de los activos financieros de los hogares españoles a finales del pasado año, continúa situándose, a pesar de ser el que más cayó, en efectivo y depósitos (40% del total). Los depósitos bajan del 40% de cuota por primera vez desde finales de 2017, tras haber llegado a suponer el 48,2% en plena crisis financiera (año 2010). Tras él se sitúan las participaciones en el capital (26%), seguros y fondos de pensiones (16%) y participaciones en fondos de inversión (15 %).

Como conclusión, podemos extraer que el perfil del ahorrador español es netamente conservador y así los inversores han mantenido de media, entre depósitos bancarios y efectivo, porcentajes en torno al 45% de su ahorro, a pesar de un entorno de tipos de interés bajos en los últimos años. Poco a poco la la histórica aversión al riesgo del inversor español ha experimentado  un cambio y paulatinamente está movilizando dinero invertido en depósitos bancarios hacia fondos de inversión.