Es un hecho. La crisis financiera ha pasado una dura factura al Banco de España, que también ha tenido que lidiar estos años con un conflicto laboral interno que ha puesto a los inspectores del organismo en la picota de todas las críticas de la dirección actual.

Tras unos años durísimos de crisis, en los que el organismo no ha destacado precisamente por rendir cuentas sobre el papel de la banca en la misma, se abre una oportunidad para recuperar el peso perdido en Europa. Mucho más con la llegada de Luis de Guindos a la vicepresidencia del Banco Central Europeo (BCE). Fráncfort es ahora donde se toman las decisiones de política monetaria y supervisión de las entidades sistémicas. Pero empleados del banco aseguran que haber delegado ese papel no significa que la institución haya perdido toda su influencia.

Fuentes del organismo consideran que el problema es que la voz de los últimos gobernadores no se ha hecho valer en Europa. Por eso, piden al futuro gobernador que sea capaz de hacerse escuchar en la cúpula del BCE. ¿Para recuperar el prestigio, lo primero es que se designe a una persona que sepa inglés de forma fluida, y que conozca muy bien los entresijos del BCE¿, aseguran, indicando que en el caso del subgobernador ¿es imprescindible que conozca a la perfección todo lo que tenga que ver con materia de supervisión¿, indican.

Los expertos aseguran que España debería tener mucha más influencia en el BCE. ¿Un 8,5% del organismo es español. Está claro que no somos Alemania, pero tampoco Chipre¿, indican de forma irónica, recordando que en el traspaso de los poderes de supervisión, España ha cedido el 90% de sus activos bancarios. ¿En Alemania la cifra es del 60%, por lo que nuestra capacidad de influencia debería ser mayor¿, aseguran.

El problema, insisten, es que los últimos gobernadores no han sabido poner en valor ante sus homólogos europeos esta situación. ¿No se puede ganar autoridad cuando te saltas algunas reuniones del consejo¿, critican. Así que el futuro gobernador debería asistir a todas ellas. Sin excepción. Y dejar claro el esfuerzo que en los últimos años ha realizado la banca para reducir sus activos tóxicos y aumentar los colchones de capital, a pesar de que la rentabilidad es un reto todavía muy lejos de superar.

Trabajadores históricos del Banco de España añaden que para esta figura se necesita a un ¿gobernador arisco¿, que sea muy duro con las entidades españolas dentro, pero que las defienda por encima de todo en Luxemburgo. En el caso del subgobernador, piden también que sepa leer muy bien los balances bancarios, para que cuando llegue a Europa y otros países critiquen la situación de las entidades españolas, sepa defenderlas con conocimiento y la verdad de los números. ¿Por ejemplo, si Alemania critica la situación de una entidad, no puedes quedarte callado. Tienes que saber que tus bancos están cuatro veces menos apalancados que los suyos, y dejárselo claro en un fluido inglés sin titubeos¿, indican las fuentes consultadas.

La petición al sucesor de Luis María Linde es clara: ¿Para recuperar el prestigio perdido, necesitamos a un gobernador con capacidad de influir, que ate en corto a la banca en casa y que la defienda a muerte fuera¿, aseguran.