Acciona ha subido al cierre 3,4% hasta los 60,68 euros a media sesión que ha impulsado sus títulos por encima de los 69 euros. Un nivel que no veía desde principios de febrero, justo antes de la corrección del mercado.

Por su parte, los títulos de Iberdrola avanzan también un 3% hasta los 6,35 euros. Goldman Sachs ha sido una de las primeras firmas que ha entrado a valorar el sector ante el nuevo entorno regulatorio que podría plantear el Gobierno de Pedro Sánchez. Los analistas esperan que ¿el nuevo Ejecutivo empiece a respaldar la propuesta del Parlamento Europeo para aumentar el objetivo de energías renovables al 34% en la Unión¿. Del mismo modo, explican que el nuevo gobierno revocará el "impuesto al sol" que se aplica a las renovables de plantas de autoconsumo de energía.

Aunque esta política no beneficiaría a Iberdrola y otras eléctricas, pues consiste en un peaje de respaldo que pagan los autoconsumidores con más de 10 kw contratados por mantenerse conectados a la red, desde Goldman Sachs indican que ¿el mercado parece estar pasando por alto el potencial de crecimiento de las actividades eólicas en el mar, donde las recientes subastas han convertido a la compañía en el tercer mayor productor de energía global¿. Según indica Goldman Sachs, este negocio podría crecer un 17% al año hasta 2030, limitando el impacto de la incertidumbre regulatoria.

Esperan que esta actividad respalde el aumento de beneficios de Iberdrola más allá de 2020, ¿a pesar de las dificultades domésticas de la regulación¿. Los analistas han mejorado su precio objetivo sobre el valor de 6,6 euros a 7,2 euros, con una recomendación de compra. El nuevo nivel supone además un potencial alcista del 13% respecto a sus precios de este lunes.

Durante el discurso en el que defendió su moción, Sánchez ya anticipó su voluntad de aplicar políticas para luchar contra el cambio climático y a favor de las energías renovables. Sin embargo, los analistas de Goldman advierten de que ¿a pesar de que el PSOE siempre ha estado a favor de cerrar las plantas de carbón y energía nuclear al final de su vida útil de 40 años, la decisión final sigue siendo incierta debido a un posible impacto en los precios de la energía¿.